Falso debate

Un periódico hace una encuesta. En esa encuesta se pregunta si creen que Zapatero debe presentarse a un tercer mandato. Un porcentaje bastante amplio de los encuestados -"el 68% de los ciudadanos opina que ZP no debería repetir y un 50% de los votantes socialistas se apuntan a esa misma opinión", recuerda Ana Cañil- responde que no debería repetir. Juntemos la crisis y el descrédito del presidente. Y ya tenemos montado un estupendo debate artificial que nadie había pedido. Rubalcaba y Blanco han tenido que "autodescartarse" de una carrera sucesoria a la que nadie les había invitado, que ellos supieran. El PSOE ha tenido que salir en tromba a repetir como un solo ser que no había, ni hay, ni habrá, más candidato que Zapatero. Que no hay debate. De hecho Arsenio Escolar se ha repasado los blogs de unos cuantos mandamases socialistas y en ninguno aparece ni palabra sobre la continuidad (o no) de Zapatero. A ver si va a ser verdad que no hay debate y esta cortina de humo se la han inventado algunos medios, vaya usted a saber por qué... Con todo, ni estamos hablando del paro y la economía (esto le encantará al gobierno), ni tampoco de la presidencia de la UE (esto le gustará bastante menos, supongo). Si no tuviéramos encima de la mesa este falso debate sobre la continuidad de Zapatero, ¿de qué tendríamos que estar hablando en su lugar? ¿A qué otros temas se les ha hurtado el espacio a partir de una fabulación periodística dedicada a rellenar páginas, minutos y posts? Ahora mismo (23:42) en "La Noche en 24 Horas", Vicente Vallés ha vuelto con la bola de nieve y les ha preguntado a sus tertulianos por este asunto. Vacío, vacuo, hueco. No hay nada o no creo que lo haya, y desde luego si lo hay la liebre no saltará, o bien al acabar la presidencia de la UE, o acaso si hay debacle en las autonómicas catalanas. Hasta entonces esto me parecen juegos de cara a la galería. A mí me da igual, tanto si en un ejercicio que me parecería de cobardía no se presentase, como si afronta la responsabilidad y sí lo hace. Porque creo que, salvo sorpresa morrocotuda, ahora mismo el PSOE tiene todas las papeletas para perder las elecciones. No digo "salvo milagro" porque parece que Zapatero es laicista, aunque bien que irá a la comida religiosa con Obama. Lo cortés no quita lo valiente. Y ojo, digo que el PSOE tiene todas las cartas para perder, no el PP para ganar. Porque en ningún caso sería una victoria del PP. Sería una derrota del PSOE, que se ha encargado de dilapidar, él solo, aquello del "No nos falles". Y porque el voto del PP es muy fiel y apenas sube. Es el del PSOE el que baja, por hastío o resignación, o por no darle el voto al contrario, quedándose en casa. Se vio en 1996 y, más que nunca, en 2000. Como mucho subirían, como estamos viendo en las encuestas, IU y UPyD.

Y si hay un responsable de tal desaguisado es Zapatero, en tal caso tiene razón el diputado socialista que le reconoce a Cañil que
"si vamos a perder, como pronostican todas las encuestas a día de hoy, tiene que perder él. No sirven otros manejos ni disculpas". Debe asumir esa responsabilidad. Si se quedase en casa, no debe ser comparado con Aznar. Éste decidió mucho antes de 2004 que no se presentaría a la reelección y lo dijo públicamente. Lo que nadie se esperaba era un final de mandato tan horroroso: Aznalcollar, Prestige, la guerra de Irak o la pésima política de comunicación que les guió del 11 al 14 de marzo de 2004. Por eso se sigue vinculando a Aznar con aquella derrota aunque no se presentase -pudo cometer un error de imagen al aparecer levantando el brazo de Rajoy en el balcón de la sede del PP, lo que le pudo asociar al resultado. El precedente de Aznar no le debe valer a Zapatero para dejar el sitio a otro: si el primer mandato ya resultó confuso, éste está siendo un cúmulo de desastres, que no creo preciso enumerar. La mayoría son perfectamente vinculables a un exceso de presidencialismo, que le ha llevado a tomar muchas malas decisiones, entre ellas la elección errónea de muchos ministros y ministras con un perfil, no ya bajo, sino casi se diría que invisible, por debajo de cero. Si quieres parecer el más listo de la clase, hazte rodear de gente más inútil que tú, habrá pensado. Así que, señor presidente, preséntese para asumir el más que posible fruto de sus errores: es usted y no otro quien debe recibir el previsible tomatazo. Lo contrario, quizá tenga razón ese diputado, se podría interpretar como un acto de cobardía: usted ha llevado el barco a la deriva y ahora debe embarrancarlo del todo. Pero mientras se decida en un sentido u otro, repito: creo que no hay debate que valga.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
La verdad que debería presentarse por lo menos para dar justificaciones y después ver que pasa porque del otro partido tampoco se ve tan bien la cosa pero el otro partido no gobierna.
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