Facturas, reformas y falsas promesas

El Parlamento británico, la Cámara de los Comunes, está siendo triste noticia estos días porque se han conocido los desproporcionados e injustificables gastos privados que llevaban a cabo sus señorías. Como ahí hay elección directa, los votantes conocen la cara de sus representantes, y debido al escándalo la mitad de ellos se prevé que dejará su escaño. El primero en caer fue el presidente de la Cámara, Michael Martin, que dejará el cargo en junio, un hecho sin precedentes en los últimos 300 años. El escaso prestigio que le quedara a Gordon Brown está ya por los suelos. Muy mal se le tendría que dar a los "tories" de David Cameron para no arrasar en las elecciones. No las europeas, las de ellos. Hoy ha saltado una nueva muesca: nueve ministros pagaron a sus asesores fiscales con dinero de las arcas públicas.

¿Podría pasar algo así en España? Se pregunta El País. Pues resulta que, reproduciendo los destacados, el sistema de dietas del Parlamento español no permite pasar gastos como en Westminster, la falta de transparencia o la picaresca en los viajes han sido coladeros de excesos y la Cámara no da datos sobre las visitas oficiales de los diputados. De todas formas a mí lo más grave me parecen las dedicaciones profesionales de los diputados fuera de su cargo, según el primero de la serie de artículos al respecto firmados principalmente por Fernando Garea, en El País, y con fecha 29 de marzo. De nuestros 350 diputados, resulta que sólo 33 tienen dedicación exclusiva. La más que presumible indignación ciudadana la plasmaba Juan José Millás en uno de sus artículos.
Tenemos el extraño caso de José María Michavila, diputado del PP cuyo despacho de abogados cita como méritos los "servicios al Estado" e incluye a parlamentarios y letrados de las Cortes, y que ha sido contratado por gobiernos de su propio partido para elaborar leyes, con la permisividad de la Comisión del Estatuto del Diputado, cuyo posterior informe muchos diputados se negaron a votar. La sesión, que fue a puerta cerrada, tuvo su miga. Varios diputados, entre ellos Acebes, vieron autorizadas sus segundas actividades. El PP gana por goleada.

Reforma de la Ley del Aborto. Lo de eliminar el conocimiento y autorización paternas no gusta ni siquiera dentro de las propias filas del PSOE o cuando menos está muy mal explicado. La ministra de Igualdad las está pasando canutas para defender este aspecto de la reforma. Hecha la ley hecha la trampa. ¿Cómo dejar abortar a los 16 si la edad legal para votar son los 18? Pues el Partido Popular cree que ése es el siguiente paso: rebajar la edad de derecho al voto, lo que consideran que beneficiaría al PSOE.

El Partido Pirata sueco lo tiene cada vez mejor, si no se relajan, para obtener un excelente resultado el 7-J. Ahora mismo sería la tercera fuerza en intención de voto, con el 8%.

El falso traje de izquierdas del PSOE. Lo dijo Cayo Lara y lo repitió Willy Meyer, así que es consigna de IU. Habría quien votara al PSOE pensando que sería una realidad la famosa Ley de Memoria Histórica, con lo que se haría casi una segunda transición, y quien creyera que se iba a regular un tema tan discutido como la eutanasia. Un primer paso sería el de tener derecho a morir dignamente, y por suerte algunas autonomías ya poseen el llamado testamento vital, para poder decidir, por ejemplo, que no quieres que te mantengan con vida artificialmente o con sufrimiento innecesario. Bueno, pues en marzo de este año PSOE y PP unieron sus votos en el Congreso para postergar el debate sobre la eutanasia con la excusa de que "no es el momento". O "això no toca", que diría Jordi Pujol.

¿Y la Ley de Memoria Histórica? La noticia más reciente decía que "las autonomías del PP se niegan a localizar las fosas franquistas" argumentando que es tarea del Estado. ¿A que si uno lee eso se cree que el PP no quiere airear el pasado y dejar todo como está? Pues mentira. También en marzo, el PSOE votó de forma conjunta con el PP para no pagar la apertura de fosas, ni compensar a las familias expoliadas. ¿Quién es ahora el malo de la película? ¿El que sabíamos que no quería cuestionar al régimen franquista, o el que pensábamos que lo haría pero resulta que no es más que un pacato, un timorato y un pusilánime, lo que es casi peor? Seguirá sin haber reparación para personas como el Comandante Moreno.

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