Dos caras de la misma moneda

Cara y cruz. Mientras el equipo de fútbol del Real Madrid vive -aunque su presidente no lo quiera reconocer- el ocaso de sus revenidas estrellas, la sección de baloncesto parece resucitar tras varios años de ostracismo. Un título de Liga en la temporada 1999/2000 es su único éxito en las últimas diez temporadas. Y diez son precisamente las jornadas consecutivas -todas las que se llevan disputadas- que lleva invicto en la Liga ACB, contando todos sus partidos por victorias con un equipo hecho de retales, gente que parecía descartada, veteranos, jóvenes apuestas y con el ex estudiantil Felipe Reyes como jugador con más nombre. Sacar petróleo de un grupo tan homogéneo y con cinco fichajes es claro mérito de la verdadera estrella del equipo, cuatro veces Campeón de Europa: el entrenador, Bozidar Maljkovic. Mientras el equipo de baloncesto apunta a que podría reverdecer viejos laureles, el de fútbol parece comenzar la llamada travesía del desierto.