De cómo Don José volvió a ser Pepiño
Ya dije y repito que los de ETA no me van a condicionar los posts.
Pepe Blanco, desde su puesto de secretario de organización del PSOE, ha ejercido de azote de la oposición hasta que, siendo nombrado ministro de Fomento, y ascendido a vicesecretario general del PSOE -puesto más nominal que efectivo-, de repente se calmó, se moderó, se empezó a reunir con las diferentes administraciones autonómicas, y a ofrecer un rostro mucho más dialogante y conciliador, acorde a su nuevo rol institucional. Esperanza Aguirre, que como muchos, de forma despectiva le llamaba Pepiño, pasó a llamarle "Don José". Cosas del "conceto (sic)".
Pero la ruptura de las negociaciones a tres bandas entre Gobierno, sindicatos y empresarios para el pacto social, primero, y la dimisión de Luis Bárcenas como tesorero del PP, en segundo, han hecho que vuelva a salir a flote su vertiente más tabernaria.
Recados a Esperanza Aguirre, que llamó a Zapatero "sindicalista retrógrado piquetero" y a la CEOE: "Los únicos piqueteros son los que tratan de destruir un edificio que se ha levantado entre todos. La propuesta de la CEOE era desequilibrada y exagerada y descubre la agenda oculta del PP".
Puyazo a Rajoy, sobre la dimisión de Bárcenas: "Si no hay nada, ¿por qué dimite?" "Y si lo hay, ¿por qué no ha dimitido antes?"
Pues eso, que ha resucitado la peor versión de Pepiño. Se supone que ésta es labor de su sustituta en el partido, Leire Pajín. O la chica está de vacaciones, o habla esta mañana, o Blanco no se fía de la contundencia del mensaje que ella sea capaz de trasladar.
Ah, el PSOE se ha sumado finalmente al pacto en Caja Madrid, para sacar adelante una reforma que en meses anteriores fue criticada con severa dureza por los medios de comunicación más afines al Gobierno central. ¿Es una traición lo que ha hecho Tomás Gómez? ¿Qué dirán ahora El País, la SER o Público, que hablaron de "pinza" y criticaron a IU cuando esta formación se sumó al acuerdo para garantizar la estabilidad de la entidad? Eso se preguntan ya en la blogosfera. ¡Vaya con el PSOE, sus medios afines y los discursos de opereta!
Tras los dos siguientes posts, que irán, uno sobre el resultado del CIS, y el otro de economía y trabajo, y puede que de la reforma de RTVE al pasar el filtro del Senado, los posts serán más espaciados, que es agosto y los inútiles de nuestros políticos se van de vacaciones. Incluso es posible que haya alguno sobre fútbol.
Pepe Blanco, desde su puesto de secretario de organización del PSOE, ha ejercido de azote de la oposición hasta que, siendo nombrado ministro de Fomento, y ascendido a vicesecretario general del PSOE -puesto más nominal que efectivo-, de repente se calmó, se moderó, se empezó a reunir con las diferentes administraciones autonómicas, y a ofrecer un rostro mucho más dialogante y conciliador, acorde a su nuevo rol institucional. Esperanza Aguirre, que como muchos, de forma despectiva le llamaba Pepiño, pasó a llamarle "Don José". Cosas del "conceto (sic)".
Pero la ruptura de las negociaciones a tres bandas entre Gobierno, sindicatos y empresarios para el pacto social, primero, y la dimisión de Luis Bárcenas como tesorero del PP, en segundo, han hecho que vuelva a salir a flote su vertiente más tabernaria.
Recados a Esperanza Aguirre, que llamó a Zapatero "sindicalista retrógrado piquetero" y a la CEOE: "Los únicos piqueteros son los que tratan de destruir un edificio que se ha levantado entre todos. La propuesta de la CEOE era desequilibrada y exagerada y descubre la agenda oculta del PP".
Puyazo a Rajoy, sobre la dimisión de Bárcenas: "Si no hay nada, ¿por qué dimite?" "Y si lo hay, ¿por qué no ha dimitido antes?"
Pues eso, que ha resucitado la peor versión de Pepiño. Se supone que ésta es labor de su sustituta en el partido, Leire Pajín. O la chica está de vacaciones, o habla esta mañana, o Blanco no se fía de la contundencia del mensaje que ella sea capaz de trasladar.
Ah, el PSOE se ha sumado finalmente al pacto en Caja Madrid, para sacar adelante una reforma que en meses anteriores fue criticada con severa dureza por los medios de comunicación más afines al Gobierno central. ¿Es una traición lo que ha hecho Tomás Gómez? ¿Qué dirán ahora El País, la SER o Público, que hablaron de "pinza" y criticaron a IU cuando esta formación se sumó al acuerdo para garantizar la estabilidad de la entidad? Eso se preguntan ya en la blogosfera. ¡Vaya con el PSOE, sus medios afines y los discursos de opereta!
Tras los dos siguientes posts, que irán, uno sobre el resultado del CIS, y el otro de economía y trabajo, y puede que de la reforma de RTVE al pasar el filtro del Senado, los posts serán más espaciados, que es agosto y los inútiles de nuestros políticos se van de vacaciones. Incluso es posible que haya alguno sobre fútbol.
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