Nuestras multinacionales

El periódico Diagonal lleva en su número 127 un interesante reportaje acerca de las malas prácticas de nuestras multinacionales, en aquellos países donde la legislación es menos exigente que la europea y parece que hacen y deshacen a su antojo con la aquiescencia de los gobernantes locales. Los casos analizados son los de las empresas Endesa, Unión Fenosa, Repsol-YPF, Telefónica (en Chile), Pescanova, Banco Santander, Calvo, Agbar, Canal de Isabel II, y también extranjeras como Bayer, Goldcorp, Stora Enso o Nestlé. En el reportaje está la lista completa. Todas estas prácticas fueron juzgadas ante el llamado Tribunal Permanente de los Pueblos, que se reunió coincidiendo con la celebración en Madrid de la Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas IV, entre el 14 y el 18 de mayo. También está en la lista la farmacéutica Novartis, una de cuyas divisiones acaba de ser condenada a pagar 250 millones de dólares a 5.600 de sus empleadas estadounidenses, por discriminarlas entre 2002 y 2007. Hoy, el presidente de la división de la compañía, Andy Wyss sigue negándolo todo, y declara: "Estamos decepcionados con el veredicto”. Es complicado y hay que armarse de paciencia si uno decide no comprar nada de las empresas que explotan y hacen malas prácticas, pero es divertido intentarlo. Yo he empezado por Nestlé. La barbaridad de la multinacional Monsanto, regalando semillas transgénicas a Haití, denunciada por el cura Jean-Yves Urfié, también es de traca. Monsanto se defiende en uno de sus blogs corporativos. Si gustan vomitar, pueden leerlo.