Imitando a Boabdil
O sea, por lo de llorar por la leche derramada o por lo que no se supo defender. Como están haciendo ahora todos los de la candidatura de Madrid 2016 después de no haber sido elegidos. Más allá del pataleo, ¿nadie hace autocrítica al respecto de por qué cuatro años más tarde de la elección de Singapur, sólo se ha obtenido un voto más, pese a haber mejorado sustancialmente la calidad de la presentación y de la delegación desplazada? Ejemplar en este caso el editorial de Alfredo Relaño hoy en As, mientras que resulta servil y autocomplaciente en la derrota el de El Mundo ayer sábado. Lo mismo se puede decir del que se escribió en Marca. Ambos animan a presentarse de nuevo. El editorial de El País, "Descorazonados", es en cambio más pragmático, ya que analiza a las cuatro ciudades candidatas. Es más pesimista, ya que por una de sus frases entiendo que no le dan más opciones a Madrid. Es ésta: "Madrid tiene que lamentar por segunda vez, y probablemente definitiva, no haber sido elegida". También es de destacar que este periódico cometa un error de documentación terrible. Dice "lamentar por segunda vez", cuando es la tercera ocasión, y no la segunda, en que se presenta Madrid a organizar unos Juegos. Antes de 2005, se intentó en 1965, con escaso entusiasmo, para albergar los de 1972.
Una de las claves de Río de Janeiro -que contaba con la implicación personal desde un principio del presidente brasileño Lula da Silva, que lo ha tratado como una cuestión de Estado (no como Madrid, ni desde luego Chicago ni Tokio)-, es el equipo de trabajo que había detrás. En el caso español sólo cabe salvar, visto lo visto, a Mercedes Coghen. Los brasileños han tenido como Dircom a Mike Lee, ex Director de Comunicación de la Premier League inglesa, de la UEFA y de la candidatura olímpica Londres 2012. El asesor personal de Lula da Silva para su intervención en el acto de presentación del viernes fue Scott Givens, que fuera asesor de imagen de Bill Clinton. Y el director ejecutivo de la candidatura de Río ha sido Michael Payne, trabajando sobre las estructuras y organizaciones olímpicas. Payne fue durante muchos años Director Ejecutivo del Comite Olímpico Internacional y luego ha trabajado con Bernie Ecclestone antes de firmar con la Confederación de Deportes de Brasil. Su objetivo era lograr la organización de los Juegos Panamericanos 2007, el Mundial de Fútbol 2014, y los Juegos Olímpicos 2016. Se ha ganado el sueldo. ¿España a quién tiene? Lamentarse ahora sobra porque se veía venir.
Los lloros. En El País, "Decepción, enfado y críticas al Comité Olímpico tras la derrota de Madrid 2016. La delegación española carga contra el sistema de votaciones y rotaciones del COI en su vuelta a la realidad" y declaraciones como "Fue una votación dirigida", "Nadie les ha elegido [a los miembros del COI] y es injusto que decidan una cosa como ésta", "Es un cachondeo", "Es la única organización del mundo que decide asuntos muy importantes sin que nadie les haya elegido" (bueno, como la FIFA, la UEFA, el Vaticano...). ¿Pero todo esto no lo sabían antes de ir o es que se acaban de caer del guindo?
En El Mundo titulan "Madrid 2016 se siente 'engañada' y cree que Rogge dirigió las votaciones", y en Marca tres cuartos de lo mismo, que para eso tienen el mismo dueño: "Madrid se siente 'traicionada' por el COI". 'Traicionada' en uno y 'engañada' en el otro, se han comido poco la cabeza desde luego.
Si uno quiere enterarse muy bien de por qué ha ganado Río, cuáles eran sus enormes puntos fuertes, sobre todo en el personal escogido, y cuáles las carencias de Madrid, entre ellas esa misma faceta del capital humano que ha favorecido a Río, es recomendable, de forma encarecida, leerse los dos posts recientes de Ramón Trecet sobre la elección de la sede, el del viernes y el del sábado. En el del viernes se dedica primero a analizar las diferencias entre Madrid y Río y luego hace crónica en directo de las cuatro presentaciones. Es muy dura la crítica que hace de la presentación de Madrid, ya que en varios puntos él percibe que el mensaje que se transmite es de una mentalidad previa a la crisis económica desatada en el último año y pico. Como si la presentación estuviese escrita desde entonces y a nadie se le hubiese ocurrido hacer cambios. Ejemplos: "Mercedes Coghen muy bien, pero el tema equivocado. En este momento la solidaridad y el hola everyone es una temática importante ANTES DE LA CRISIS. Ahora lo que busca el COI es seguridad económica". "Vídeo bonito, pero la idea que va quedando es como muy light, la idea de la carta excelente, pero todo el (Por fin habla en inglés...) planteamiento general es viejo de antes de la crisis económica". "Madrid no está contestando a las preguntas que Río ha hecho en el terreno de las oportunidades, 32 juegos en Europa, la cuestión económica...".
En el post del sábado Trecet continúa y hace una de las distinciones para mí claves: el de Río (Brasil) es proyecto de Estado, el de Madrid es municipal. Y que se puede ganar si se sigue con Coghen pero se deja que ella escoja el equipo que quiera tener alrededor, que debe ser manifiestamente mejorable. Trecet detecta errores de Madrid en la elección de responsables de las áreas de Comunicación Internacional, en la de Dirección Ejecutiva (coordinación de trabajos de la candidatura) y en la labor de estrategia y captación de votos. También en el área institucional, con Gallardón frente a Lula, su jefe de estado, todo el país haciendo piña y el Comité Olímpico brasileño en pleno, con su propio presidente al frente de la candidatura. Gallardón, sólo y/o mal acompañado, salvando a Coghen que con lo que tenía no ha podido hacer más. Trecet tiene una mentalidad polideportiva y por ello unos conocimientos superiores a la mayoría de personas que firman en Marca, que como les saques del Madrid, el Barça o el Atlético van como pulpo en garaje y así y con todo se equivocan.
Una de las claves de Río de Janeiro -que contaba con la implicación personal desde un principio del presidente brasileño Lula da Silva, que lo ha tratado como una cuestión de Estado (no como Madrid, ni desde luego Chicago ni Tokio)-, es el equipo de trabajo que había detrás. En el caso español sólo cabe salvar, visto lo visto, a Mercedes Coghen. Los brasileños han tenido como Dircom a Mike Lee, ex Director de Comunicación de la Premier League inglesa, de la UEFA y de la candidatura olímpica Londres 2012. El asesor personal de Lula da Silva para su intervención en el acto de presentación del viernes fue Scott Givens, que fuera asesor de imagen de Bill Clinton. Y el director ejecutivo de la candidatura de Río ha sido Michael Payne, trabajando sobre las estructuras y organizaciones olímpicas. Payne fue durante muchos años Director Ejecutivo del Comite Olímpico Internacional y luego ha trabajado con Bernie Ecclestone antes de firmar con la Confederación de Deportes de Brasil. Su objetivo era lograr la organización de los Juegos Panamericanos 2007, el Mundial de Fútbol 2014, y los Juegos Olímpicos 2016. Se ha ganado el sueldo. ¿España a quién tiene? Lamentarse ahora sobra porque se veía venir.
Los lloros. En El País, "Decepción, enfado y críticas al Comité Olímpico tras la derrota de Madrid 2016. La delegación española carga contra el sistema de votaciones y rotaciones del COI en su vuelta a la realidad" y declaraciones como "Fue una votación dirigida", "Nadie les ha elegido [a los miembros del COI] y es injusto que decidan una cosa como ésta", "Es un cachondeo", "Es la única organización del mundo que decide asuntos muy importantes sin que nadie les haya elegido" (bueno, como la FIFA, la UEFA, el Vaticano...). ¿Pero todo esto no lo sabían antes de ir o es que se acaban de caer del guindo?
En El Mundo titulan "Madrid 2016 se siente 'engañada' y cree que Rogge dirigió las votaciones", y en Marca tres cuartos de lo mismo, que para eso tienen el mismo dueño: "Madrid se siente 'traicionada' por el COI". 'Traicionada' en uno y 'engañada' en el otro, se han comido poco la cabeza desde luego.
Si uno quiere enterarse muy bien de por qué ha ganado Río, cuáles eran sus enormes puntos fuertes, sobre todo en el personal escogido, y cuáles las carencias de Madrid, entre ellas esa misma faceta del capital humano que ha favorecido a Río, es recomendable, de forma encarecida, leerse los dos posts recientes de Ramón Trecet sobre la elección de la sede, el del viernes y el del sábado. En el del viernes se dedica primero a analizar las diferencias entre Madrid y Río y luego hace crónica en directo de las cuatro presentaciones. Es muy dura la crítica que hace de la presentación de Madrid, ya que en varios puntos él percibe que el mensaje que se transmite es de una mentalidad previa a la crisis económica desatada en el último año y pico. Como si la presentación estuviese escrita desde entonces y a nadie se le hubiese ocurrido hacer cambios. Ejemplos: "Mercedes Coghen muy bien, pero el tema equivocado. En este momento la solidaridad y el hola everyone es una temática importante ANTES DE LA CRISIS. Ahora lo que busca el COI es seguridad económica". "Vídeo bonito, pero la idea que va quedando es como muy light, la idea de la carta excelente, pero todo el (Por fin habla en inglés...) planteamiento general es viejo de antes de la crisis económica". "Madrid no está contestando a las preguntas que Río ha hecho en el terreno de las oportunidades, 32 juegos en Europa, la cuestión económica...".
En el post del sábado Trecet continúa y hace una de las distinciones para mí claves: el de Río (Brasil) es proyecto de Estado, el de Madrid es municipal. Y que se puede ganar si se sigue con Coghen pero se deja que ella escoja el equipo que quiera tener alrededor, que debe ser manifiestamente mejorable. Trecet detecta errores de Madrid en la elección de responsables de las áreas de Comunicación Internacional, en la de Dirección Ejecutiva (coordinación de trabajos de la candidatura) y en la labor de estrategia y captación de votos. También en el área institucional, con Gallardón frente a Lula, su jefe de estado, todo el país haciendo piña y el Comité Olímpico brasileño en pleno, con su propio presidente al frente de la candidatura. Gallardón, sólo y/o mal acompañado, salvando a Coghen que con lo que tenía no ha podido hacer más. Trecet tiene una mentalidad polideportiva y por ello unos conocimientos superiores a la mayoría de personas que firman en Marca, que como les saques del Madrid, el Barça o el Atlético van como pulpo en garaje y así y con todo se equivocan.
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