Las intenciones de Florentino

Me pregunto sinceramente si no reside en el ánimo del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, la idea de borrar todo rastro de la etapa de su predecesor, Lorenzo Sanz. Nada más llegar autorizó la marcha de Fernando Redondo. Hasta 2003 tuvo que esperar, a la trifulca posterior a la consecución del título de Liga, para poder librarse de Del Bosque y Hierro. El siguiente, Morientes, que se tomaría cumplida revancha con el Mónaco. Volvió pero ya era carne de cañón. Ahora Solari. La llegada de Cicinho puede precipitar la marcha de Míchel Salgado, no olvidemos que yerno de Sanz, en el mercado invernal, si no en junio.

Y quedan los casos de Iván Helguera e Iker Casillas, que aún no han renovado, siendo flagrante la injusticia que a mi parecer se está cometiendo con este último y que está afectando a su rendimiento. La renovación de Iker Casillas con el Real Madrid se encuentra en punto muerto y su representante dijo que en estos momentos no existen negociaciones, si bien el entorno más cercano al jugador admite que hay una oferta del club por cinco temporadas y por valor de 6,6 millones de euros brutos por cada una de ellas. Oferta que sería insuficiente ya que sus intenciones rondan los nueve millones de euros brutos por temporada. Pide lo que considera que se merece por el rendimiento ofrecido desde que defiende el portal blanco.

La llegada de Sergio Ramos, unida a la posible recuperación de Woodgate, puede condenar al central cántabro. Él mismo reconoce ayer sábado en una entrevista al diario As, cuestionado acerca de su continuidad, que "Tal y como se ha puesto la cosa quizá me veo más fuera que dentro del Madrid."

El caso del guardameta, eterno salvavidas blanco, es de juzgado de guardia. Que no continuase sería un error de proporciones bíblicas. Bien es sabido que se barajó el fichaje de Buffon y la relación entre portero y mandatario, según indicaba también este sábado el diario As, brilla por su ausencia. El rotativo madrileño indica lo siguiente:

'El bloqueo actual de las negociaciones entre Iker Casillas y el club sobre la renovación contractual del portero está alimentado no sólo por las diferencias económicas. Otro de los factores que impiden de momento avanzar en las conversaciones entre las dos partes se basa en la inexistente relación personal entre Casillas y Florentino Pérez.

El guardameta de 24 años se ha sentido estas temporadas poco querido por parte de su presidente, dado que le llegaron a sus oídos los comentarios que sobre sus actuaciones ha efectuado el mandatario blanco en los corrillos con periodistas y directivos en los aeropuertos tras los partidos que jugaba el equipo lejos del Bernabéu.

"Al chaval le ha dolido que tras cualquier fallo, o incluso cuando su actuación era buena, le dijesen que el presidente comentaba en esos corrillos que los goles encajados habían sido en buena parte por culpa suya", dicen en el entorno del canterano. Casillas ha esperado una llamada de Florentino para reunirse personalmente con él y poder cotejar cuáles son las causas de esta frialdad hacia su persona.

Tampoco ayudó nada para acercarlos que hace un año y medio Florentino dejase caer que Buffon sería el portero ideal para el Madrid en caso de que Casillas no siguiese en el Bernabéu. Pero la Juventus renovó el contrato del portero de la selección italiana y ahí quedó todo parado.'

Sin Salgado, Helguera y quizá Casillas ya no quedaría así rastro alguno de la era Sanz. Si éste es el planteamiento de Florentino, empiezo a temblar.

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