60.000
Esa es de momento la espeluznante cifra. Cerca de 60.000 personas han muerto y decenas de miles se encuentran heridas o desaparecidas en siete países del sureste asiático como consecuencia del violento seísmo registrado el domingo en la isla de Sumatra (Indonesia), que desencadenó olas gigantes de hasta 10 metros de altura que han inundado zonas costeras de ese país, Tailandia, Malasia, las islas Maldivas, Sri Lanka, India, Bangladesh y Somalia.
Además, en los archipiélagos indios de Andamán y Nicobar -en el Golfo de Bengala, con una población total de unos 37.000 habitantes- pueden haber muerto unas tres mil personas y hay miles de desaparecidos. Más de un millón de personas, la mayor parte de ellas en Sri Lanka, Tailandia e India, están desplazadas de sus hogares, según declaró un portavoz de la Federación Internacional de Cruz Roja.
El riesgo de epidemias amenaza con multiplicar el número de muertos. La Comisión Europea (CE) ha propuesto la convocatoria de una conferencia de donantes para recaudar fondos destinados a la reconstrucción de los países afectados por el maremoto.
Habrían muerto los 800 residentes, la mayoría extranjeros, de un hotel cerca de Pukhet en Tailandia, y desaparecidos entre 400 y 800 franceses, 2.000 suecos, 1.000 daneses... En la lista oficial provisional de las víctimas mortales se cuentan trece italianos, además de coreanos, rusos y australianos, entre otras nacionalidades. En Sri Lanka un tren habría sido barrido por las aguas, matando a cerca de 1.000 pasajeros. Ciudadanos de medio mundo han sido golpeados por la tragedia.
Los últimos datos apuntan a que en las zonas afectadas podrían encontrarse al menos unos 10.000 británicos, 5.000 italianos, 5.000 franceses, 4.000 alemanes, 2.500 suizos, 2.000 polacos, 1.000 belgas y unos 1.000 griegos.
El terremoto, de casi nueve grados en la Escala de Richter, habría movido 30 metros la isla de Sumatra y el eje de rotación terrestre se ha inclinado entre 5 y 6 centímetros.
Especial de la BBC en Internet.
Cómo ayudar.
Además, en los archipiélagos indios de Andamán y Nicobar -en el Golfo de Bengala, con una población total de unos 37.000 habitantes- pueden haber muerto unas tres mil personas y hay miles de desaparecidos. Más de un millón de personas, la mayor parte de ellas en Sri Lanka, Tailandia e India, están desplazadas de sus hogares, según declaró un portavoz de la Federación Internacional de Cruz Roja.
El riesgo de epidemias amenaza con multiplicar el número de muertos. La Comisión Europea (CE) ha propuesto la convocatoria de una conferencia de donantes para recaudar fondos destinados a la reconstrucción de los países afectados por el maremoto.
Habrían muerto los 800 residentes, la mayoría extranjeros, de un hotel cerca de Pukhet en Tailandia, y desaparecidos entre 400 y 800 franceses, 2.000 suecos, 1.000 daneses... En la lista oficial provisional de las víctimas mortales se cuentan trece italianos, además de coreanos, rusos y australianos, entre otras nacionalidades. En Sri Lanka un tren habría sido barrido por las aguas, matando a cerca de 1.000 pasajeros. Ciudadanos de medio mundo han sido golpeados por la tragedia.
Los últimos datos apuntan a que en las zonas afectadas podrían encontrarse al menos unos 10.000 británicos, 5.000 italianos, 5.000 franceses, 4.000 alemanes, 2.500 suizos, 2.000 polacos, 1.000 belgas y unos 1.000 griegos.
El terremoto, de casi nueve grados en la Escala de Richter, habría movido 30 metros la isla de Sumatra y el eje de rotación terrestre se ha inclinado entre 5 y 6 centímetros.
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