El primer debate

Rajoy-Zapatero. Los dos han repetido los mismos argumentos que llevan usando en campaña y en las sucesivas entrevistas. La mayoría de las encuestas señalan que ha ganado Zapatero, aunque por supuesto los medios más afines a Rajoy dicen que él es el vencedor. Debieran de andarse con ojo porque también el líder del PP, en ese caso Aznar, ganó el primer debate en 1993 y luego perdió el segundo, así que les hubiera salido más a cuenta "mentir" y decir que ha ganado el actual inquilino de La Moncloa. Los favorables al PP argumentan que a favor de ZP han votado todos los que no son del PP: o sea, PSOE, IU, ERC, BNG, PNV, CiU... Esto es más bien una ofensa a los militantes de estas formaciones que, a causa del marcado sistema bipartidista que tenemos, no han estado presentes y no han podido defenderse. Sólo el canal Cuatro ha tenido el detalle de entrevistar a Llamazares una vez acabado el debate. Y aunque A3 ha sacado un dato de cuántos votantes del PSOE, del PP y, en este caso, de otras formaciones, creen que ha ganado uno u otro, yo a los votantes de los partidos que no son estos dos los encuadraría más en el No Sabe/No Contesta (NS/NC). Es lo que yo habría dicho si no fuera a votar a ninguno de los dos.
Muchas más conclusiones no se pueden sacar, porque los analistas y periodistas de cada tendencia arriman el ascua a su sardina; todos dicen que ha ganado el suyo.

Rajoy ha perdido en la cuestión de la imagen y las formas, más que en el fondo. Formalmente saco tres cosas del líder del PP. Mintió cuando dijo que nunca un gobierno había negociado con ETA del modo en que lo ha hecho el de Zapatero. La realidad es que todos los gobiernos de la democracia han intentado dialogar con ETA, y aquél del que él formaba parte, también. Dos reuniones constatadas, por mucho que Aznar dijera aquello de "fuimos a ver si se rendían" (no creo que dijera eso exactamente, es la forma en que ha trascendido). También dice que se hizo sin permiso. Pues no, porque había una autorización expresa del Parlamento. Otra cosa es que el PP votara en contra. Dos, lo de las personas que viven en España con permiso de residencia, cuyo número ha aumentado espectacularmente. Pues Rajoy ha cometido un grave error, porque tendría que haber especificado "inmigrantes irregulares extracomunitarios". El motivo es bien sencillo: las personas que tienen permiso de residencia en nuestro país, lo tienen porque están aquí legalmente. Eso incluye: extracomunitarios con trabajo, estancia legal y afiliados a la Seguridad Social, ciudadanos de todos los países de la Unión Europea (26 países quitando a España, e incluyendo a Rumanía y Bulgaria, que son los últimos en incorporarse), y todos aquellos que siendo comunitarios o no están legalmente por becas de estudio, becas de intercambio o por reagrupación familiar. Rajoy los ha metido a todos en el mismo saco. Tres, que ha vuelto a meterse con el Estatuto de Cataluña, que sigue siendo legal mientras el TC no se pronuncie. Traducción: hoy le votarán menos catalanes que ayer, y después de esto debería subir el porcentaje de voto de PSC. Y me figuro que el de ERC y CiU, también.

Rajoy se ha mostrado muy agresivo porque así se lo habían pedido sus asesores, no olvidemos que entre ellos estaba Ángel Acebes, y porque a la vista de las últimas encuestas, todas a favor del PSOE, sin meternos en si son más o menos fiables, tenía que intentar que esa distancia no aumentase tras el debate. Y debía reafirmar su posición como presidente de su partido. La razón de por qué le han recibido con tanta alegría en su sede, sobre todo con efusivas muestras de cariño de Esperanza Aguirre y el citado Acebes, es clara: ha cumplido las expectativas que habían depositado en él. Dicho de otro modo: ha hecho lo que le dijeron que hiciera.

Los demás errores de Rajoy han sido de forma, de imagen. Es inadmisible que llevara un traje que, al menos en cuanto a la chaqueta, claramente no era de su talla. Demasiadas veces las cortas mangas han dejado sus muñecas y reloj al descubierto. Otro fallo: cuando ha posado al principio para los reporteros gráficos junto a Zapatero y Campo Vidal, tenía la chaqueta abierta y se le veía el cinturón. Cualquiera con una ligera idea sabe que cuando estás de pie debes llevar la chaqueta cerrada, y sólo abrirla cuando estés sentado. Además, el presidente popular no ha sabido o no ha querido controlar sus tics con ojos y manos. Una gestualidad demasiado agresiva en varios momentos del debate, que transmite un aire autoritario.

Y el último error 'popular' ha sido, también de imagen, y de los asesores. La primera reacción del debate ha sido del PSOE, de Jesús Caldera, que ha salido a hacer unas valoraciones desde la sede de su partido, donde se hallaba siguiendo el debate, pocos minutos después de concluir éste. Aunque el PP ha mandado SMS y notas de prensa, no ha salido nadie del PP en un buen rato, hasta que ha comparecido, muy cerca ya de la una, Pío García Escudero. ¿Y dónde está el fallo? En que García Escudero ha estado con Rajoy en IFEMA. Es decir, han tenido que esperar a que llegara a Génova alguien que venía acompañando a Rajoy desde el lugar del debate, en lugar de hacer salir a alguno de los que estaban viéndolo desde la sede, como Acebes, con lo que la respuesta hubiera sido más rápida. En lugar de eso, no ha salido nadie, han estado esperando a que volviera García Escudero (quizá porque no se fiaban de ninguno de los que estaban en la sede) y en eso han perdido capacidad de respuesta y un tiempo precioso. No han aprendido del todo la lección del debate Solbes-Pizarro, en que la sensación de derrota se acrecentó porque tardaron casi dos días en contestar adecuadamente.

En cuanto a Zapatero, ha estado un poco blando porque tendría que haber sido más contundente a la hora de replicar a Rajoy en el tema de los Estatutos y de ETA. Y se nota que la economía no es lo suyo (tampoco Rajoy es un experto) porque podría haber reforzado su propuesta de devolución de 400 argumentando que el PP no ha concretado sus intenciones, que no tiene un claro programa económico, que si se plantean las rebajas de impuestos del PP lo más probable es que se redujera el gasto en educación y sanidad y, sobre todo, que si se hacen rebajas fiscales a quien cobre de 16.000 euros hacia abajo, que si eso incluye a los que cobran más de esa cantidad implica que pasaríamos de que Hacienda devolviera 5.000 millones, a devolver 30.000 millones, favoreciendo a las rentas más altas y poniendo en riesgo la capacidad de maniobra de los Ministerios, que operan con cerca de 60.000 millones. En el segundo debate empieza él los turnos así que debe llevar la iniciativa y mostrarse más agresivo y contundente si quiere reforzar el resultado que en apariencia ha logrado esta noche. También, si quiere aumentar la ventaja que se le adjudica. Muchos analistas vienen coincidiendo en que una alta masa de indecisos decide su voto en la última semana de campaña.

Y un error compartido de ambos: echarse hacia delante, agachar la espalda en dirección a la mesa, en vez de estar erguidos. Los dos algo nerviosos porque para ambos la fórmula es nueva. Nada que ver con lo que se puede observar en los debates estadounidenses. La falta de costumbre. En algunos momentos del final ha parecido que, con una mezcla de desgana y desprecio, Rajoy se echaba hacia atrás o se estiraba a lo ancho y se alejaba de la mesa. Claro que uno no puede fijarse en todo.

En resumen, los dos han largado el discurso que les interesaba, más enfocado a contentar a sus votantes ya decididos y consolidados que a buscar el voto de los indecisos. O sea, que han ido a no perder. Los dos han recurrido a bucear en el pasado del adversario más que a proponer ideas de futuro, si bien Zapatero puede esgrimir los logros, sobre todo sociales, de su legislatura. Ahora ambos reforzarán sus ideas en las entrevistas que, de forma alterna, concederán esta semana a La Sexta y Antena 3. Este martes, Zapatero en la cadena de Mediapro y Rajoy en la de Planeta. El miércoles (creo) se cambian. El segundo debate será decisivo, y lo saben. Por lo demás, éste primero no ha respondido a las expectativas. Demasiado encorsetado. Campo Vidal, mal: ha hablado demasiado en la introducción y al final queriendo destacar la importancia y el logro democrático de que finalmente hubiera debate. Vale, sí, es muy bonito todo, pero no hemos venido a verte a ti. Y cuando debería de haber intervenido, impidiendo que Rajoy y Zapatero se interrumpieran y pisaran la palabra, no lo hizo. Además ha sido demasiado protagonista en los días previos concediendo entrevistas, la última hoy mismo. También le han entrevistado después, al menos en la SER. Y mal empieza Olga Viza: este martes va a Buenafuente.

Hablando del rey de Roma, en 'Salvados por la campaña', el Follonero (Jordi Evole) prometió su voto al primero que dijera 'Javier Bardem'. Y Rajoy se las prometía muy felices porque él iniciaba el debate, pero al final fue ZP quien lo dijo, y casi al final, hablando de la plataforma de apoyo creada hacia su persona, con gente como Valentí Fuster, Miquel Barceló o Pedro Duque, que tienen poca pinta de estar "untados" por el canon, como les acusó Rajoy. ZP dijo respetar, por el contrario, a los deportistas que hace unos días han apoyado con su presencia a Rajoy. Ése es el espíritu, porque en los EEUU, que en esto sí tienen algo que enseñarnos, todo su elenco de famosos dice abiertamente de qué pie cojea, hasta con donaciones, y allí nadie se rasga las vestiduras. Total, que estamos 'verdes' en cultura democrática.

Tres notas finales:
-Una: desalojan de la entrada del Ifema a un centenar de simpatizantes del PP y a medio millar convocados por UPyD. La candidata Rosa Díez se encontraba entre los manifestantes. Gesto poco democrático de quien pretende ser decisiva en el arco parlamentario.
-Dos: Garzón rechaza las recusaciones de la AVT. La Fiscalía apoya al juez y considera ‘abusiva’ y contraria ‘a la fe procesal’ la petición. El fiscal ha solicitado a la Sala de lo Penal que desestime las peticiones de recusación. Estima que Garzón hizo lo correcto cuando les pidió 4.000 euros para personarse como acusación particular en causas en las que no eran parte.
-Tres: el doctor Montes pide un millón de euros a Miguel Ángel Rodríguez por llamarle 'nazi' en 59 segundos (TVE), idea que repitió en La Noria de T5 días más tarde. Montes ya tiene una querella presentada contra la cadena Cope y sus principales locutores: Federico Jiménez Losantos, César Vidal y Cristina López Schlischting. 'El País', por error del maldito corrector de Word, o con toda la mala idea del mundo, veo ahora mismo (03:17) que ha puesto 'Lozanitos' en vez de 'Losantos'. Y juraría que hace una hora estaba bien. Como usuario de Windows, apuesto por el Word como culpable. Siempre da fallos de este tipo ('Estepota' por 'Estepona', por ejemplo). Un buen periodista debería conocer el lenguaje lo bastante bien como para no tener que pasar el corrector, que como digo no es fiable. Ay, ay, ay... A la tarde veré si ha cambiado (03:36, sigue igual).

Buf, si me pagaran por palabras me habría hecho rico hace rato.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
La verdad que si hay que evaluar me parece que Rajoy no debate sobre propuestas concretas y a la hora de debatir es inescrupuloso,lo cual le resta muchísimo.
Mi blog:
http://www.debatepopular.blogspot.com

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