Discriminación femenina por áreas: deporte

La discriminación de la mujer puede afectar a muchas áreas. Por suerte creo que en las redes sociales (Facebook, Twitter) eso desaparece o se difumina en gran medida, ya que se comparten los contenidos que te hayan parecido interesantes o divertidos, sin importar que haya sido un usuario masculino o femenino el que los haya subido en primer lugar. E importa el mérito de lo realizado, no el DNI. Pero en otras parcelas no es así. Solo dos y una mujer, respectivamente, asistieron a las dos reuniones que el Gobierno mantuvo en su momento con los responsables de las empresas más poderosas de España, donde hay mujeres directivas en las escalas intermedias pero apenas no las hay en las cúpulas. Tampoco hay mujeres directoras de periódicos (salvo Lalia González-Santiago en La Voz de Cádiz), radios ni cadenas de televisión (con la excepción de Mònica Terribas en TVC). Son excepciones sobre las que cabe llamar la atención. En EEUU, mientras, una mujer dirige por vez primera el The New York Times. En los cursos de verano de la UMA, la conferencia inaugural de este año corrió a cargo de la científica Margarita Salas. Hizo un repaso por la discriminación que habían sufrido las mujeres dedicadas a la ciencia a lo largo de la historia, tanto en la obtención de reconocimientos públicos como en el acceso a cátedras y puestos de relevancia a nivel académico.

En los últimos meses, gracias a una amiga experta en videojuegos, y temible jugadora según parece, he podido observar un poco por encima el mundo de los videojuegos en España. Con algunas excepciones (Lidia Pitzalis es responsable de prensa y eventos de XBOX), la presencia de la mujer en este área concreta de negocio brilla por su ausencia en España. Tanto en los puestos de las empresas desarrolladoras, como en los periodistas supuestamente expertos que acuden a eventos y tertulias, así como en la parte de prensa, con muy pocas redactoras profesionales dedicadas al área, con la salvedad de Rosa Jiménez Cano de El País. Todas las áreas que acabo de citar, y muchas más, piden una mayor presencia femenina a gritos. Pero en esta entrada me voy a referir en particular al nulo tratamiento que la mujer recibe en los medios especializados llamados prensa deportiva en España.

Podría irme al tratamiento informativo que reciben en radio y televisión, que es igual de escaso, pero me centraré por ejemplo en los dos periódicos deportivos editados en Madrid, que son As y Marca. Entren ustedes en sus ediciones digitales el día que sea, sin excepción, y busquen todas las noticias que tengan a la mujer deportista como tema principal. Encontrarán muy pocas. Con total seguridad sí encontrarán a la "chica del As", esas fotos picantes de una chica a la que se le ha buscado una remota conexión con el ámbito deportivo para justificar la publicación de esas imágenes. En Marca este hecho se da en la parte denominada Tiramillas y en el llamado "Blog del Sr. Banal" (un nombre de lo más apropiado). En Tiramillas no suelen salir deportistas, sino modelos y actrices con escaso vestuario. En el blog citado, sin embargo, sí salen deportistas, pero sus logros competitivos aquí importan poco. Más bien lo relevante son sus facciones y sus curvas. Pero vamos, que acabo de echar un vistazo a El Mundo Deportivo y a Sport y el panorama es igualmente desolador: la mujer deportista no existe.

Algo muy grande tiene que hacer una mujer deportista en España para, no ya ser considerada una ídolo de masas, cosa imposible, sino al menos ser protagonista por algunas horas: Gemma Mengual, Andrea Fuentes, Amaia Valdemoro, Marta Domínguez, Mireia Belmonte... O bien tienen que ser protagonistas de un hecho excepcional, como María de Villota al ser la primera mujer en probar un prototipo de Fórmula 1 o bien Elena Rosell por haber sido pionera al estar a punto de correr una prueba de Moto 2 del Mundial de Motociclismo (muy pocas mujeres lo han hecho, ninguna española). En otros países hay mujeres que son verdaderos fenómenos nacionales (patinadoras de velocidad, patinadoras artísticas, jugadoras de hockey hierba -las Leonas argentinas-, judocas, futbolistas, esquiadoras, nadadoras...).

Y ya no son solo las mujeres que practican deporte a nivel individual: también sus competiciones. El pasado mes de julio se disputó el Mundial de Fútbol femenino en Alemania. La final la ganó Japón frente a los Estados Unidos. Fue noticia durante unas horas porque esa pequeña alegría venía a consolar en parte los ánimos de los japoneses, en horas bajas desde el terremoto y tsunami de marzo. Los estadios estaban llenos y la publicidad protagonizada por las jugadoras más conocidas dominaba las calles. Pero el director de As, Alfredo Relaño, solo quiso hablar del Mundial femenino en su blog para cargar contra la Real Federación Española de Fútbol por la ausencia de España en dicha competición. La realidad de su periódico, día a día, demuestra que en realidad el deporte femenino le importa muy poco. O sea, que Ángel Villar tiene la culpa de que el fútbol femenino no tenga en España más relevancia (posee parte, sin duda), pero la prensa que podría dedicarle más espacio, no. Cada vez que quiero una información sobre deporte femenino tengo que bucear lo indecible en los diarios deportivos hasta encontrar, si acaso, referencias escuetas de unas pocas líneas. O eso, o tirar de Google. Fue una suerte que por unas horas el Perfumerías Avenida de Salamanca fuera noticia por proclamarse campeón, esta campaña, de la Euroliga femenina de baloncesto (junto a Liga y Supercopa). O que lo fuera el Itxako de Navarra (balonmano), que estuvo a punto de ganar la Liga de Campeones.

Pero eso no es todo. La mujer también está discriminada como mera espectadora de espectáculos deportivos. Al menos por lo que respecta al Getafe C.F., que acaba de presentar una campaña de captación de abonados que yo calificaría de machista, retrógrada y denigrante, y aun así es posible que me quedase corto. El vídeo es para coger al que tuvo la idea, atarlo de las orejas y arrastrarlo por el suelo de una punta a otra de la península.

Es necesario que haya más mujeres en puestos relevantes de las empresas, y, tal como expreso en estas líneas, más mujeres como protagonistas de la información deportiva, por favor, en espacios ajustados y equitativos, acorde a la importancia de sus logros, y, ante todo, con respeto. Aproximadamente la mitad de la población en España son mujeres, pero es algo que no se refleja en muchos ámbitos profesionales. El deporte es uno de ellos, donde su visibilidad es asombrosamente escasa. No solamente las mujeres que practican deporte brillan por su ausencia a diario, salvo contadas excepciones, en las páginas de los periódicos deportivos (o de las radios y televisiones). También parecen olvidar los responsables de estos medios que hay mujeres lectoras, oyentes y espectadoras. Olvidos imperdonables.

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