Sáhara Occidental I
Compañeras y compañeros, amigos y amigas solidarios/as con la causa saharaui:
Una vez más, en este 14 de noviembre, nos convocamos para manifestarnos por las calles de Madrid en recuerdo de otra fecha como hoy de 1975 en la que España accedió a una vergonzosa cesión del Sáhara Occidental a Marruecos y a Mauritania y, lo que es más importante y vergonzoso aún, pretendió decidir sobre el futuro del pueblo saharaui al cuál se propuso entregar en el lote como si fuese un mero objeto o un rebaño de animales. Todo ello olvidando sus compromisos y responsabilidades como potencia administradora del territorio.
Un año más, los ciudadanos de la capital podrán oír nuestro clamor ante esta injusticia y sus oídos y sus retinas grabar la indignación de los hermanos saharauis que se manifestarán con nosotros. Y, una vez más, los sentidos y las mentes de nuestros gobernantes se cerrarán indiferentes ante nuestras reclamaciones, cuando no se esforzarán cínicamente en ignorarnos para defender una política tan utilitarista como indigna.
Pero este año no debe de ser para nadie igual a los anteriores. Es necesario y aún imprescindible que redoblemos nuestros esfuerzos porque se acercan tiempos de tensión y engaños, de decisiones y tretas. En los próximos meses España ocupará la Presidencia de la Unión Europea y pretende hacerlo como la defensora de una reactivación económica del Sáhara, bajo dominio marroquí. Propiciando la ratificación de un nuevo tratado de pesca entre Marruecos y la comunidad europea que afecte a las aguas del banco canario-sahariano. Favoreciendo, con la participación de capital hispano, el desarrollo de un plan energético basado en la creación de plantas solares que tiene al Sáhara Occidental como uno de sus centros estratégicos de producción y explotación. Apareciendo como uno de los apoyos fundamentales del proyecto autonómico con el que Marruecos pretende tranquilizar conciencias y engañar al mundo con total desprecio de la legalidad basada en el derecho internacional.
Os invitamos a que renovéis vuestro esfuerzo y apeléis a la conciencia de todos para que nuestro Gobierno, en el semestre en que preside la Unión Europea, aclare su política de contradicciones y medias verdades y asuma el papel que le correspondería como garante, a nivel internacional, de los derechos de ese pueblo al que pretendió ignorar y borrar del mapa de las naciones y que hoy, con todos nosotros, le sigue reclamando como parte de sus compromisos legales y en base a los vínculos establecidos por la Historia.
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