Es para pensar
Se supone que España lleva treinta años tratando de labrarse una imagen en la esfera internacional, de democracia consolidada. Por desgracia parece que nuestros antecesores, la gran mayoría de ellos vivos, en realidad construyeron un estructura con pies de barro y que se agrieta a la mínima que alguien agite un poco el árbol. Todos los supuestos esfuerzos para construir esa idílica imagen de país moderno vemos cómo se pueden ir al traste de un plumazo. Y es entonces cuando te cuesta más asumir tu condición de nacional del estado de España y andar diciendo fuera que eres de este sitio tan raro sin que se te caiga la cara al suelo. Un sitio donde un presidente de comunidad autónoma se enriqueció en grado sumo y el juicio dirá si de forma ilegal, aunque de momento las pruebas en su contra parecen apabullantes (Jaume Matas) y otro dice con gran jocosidad que "desde Finisterre hasta Cabo de Gata" todos los españoles estamos convencidos de su inocencia y de que no puede ser que le