Es para pensar
Se supone que España lleva treinta años tratando de labrarse una imagen en la esfera internacional, de democracia consolidada. Por desgracia parece que nuestros antecesores, la gran mayoría de ellos vivos, en realidad construyeron un estructura con pies de barro y que se agrieta a la mínima que alguien agite un poco el árbol. Todos los supuestos esfuerzos para construir esa idílica imagen de país moderno vemos cómo se pueden ir al traste de un plumazo.
Y es entonces cuando te cuesta más asumir tu condición de nacional del estado de España y andar diciendo fuera que eres de este sitio tan raro sin que se te caiga la cara al suelo.
Un sitio donde un presidente de comunidad autónoma se enriqueció en grado sumo y el juicio dirá si de forma ilegal, aunque de momento las pruebas en su contra parecen apabullantes (Jaume Matas) y otro dice con gran jocosidad que "desde Finisterre hasta Cabo de Gata" todos los españoles estamos convencidos de su inocencia y de que no puede ser que le empapelen por unos trajes (Francisco Camps).
Aquí, un inciso: lo de "desde Finisterre hasta Cabo de Gata", ¿lo habrá cogido de la canción de la película de Pepe da Rosa "¿Le llamaban JR?". Por imaginar... Aunque allí era al revés, ya que la letra decía "del Cabo de Gata al de Finisterre, hay que ver la gente cómo está con JR".
Un sitio donde el alcalde de la capital del país la destroza a base de costosísimas e inútiles obras, dejándola prácticamente inhabitable, sobre todo si eres peatón. Donde el alcalde de la segunda ciudad en importancia es un absoluto negado que "la lía parda" con algo que debía ser tan "sencillo" como una consulta ciudadana para abordar la reforma de la vía más importante de la ciudad. Donde la alcaldesa de la tercera ciudad quiere derribar un histórico barrio pesquero para especular con la construcción de una gran avenida.
Un sitio donde un periodista galardonado por la defensa de la libertad de expresión, a la hora de ejercer de jefe, no permite esa misma libertad de expresión y suspende de empleo y sueldo al director del segundo programa de radio más escuchado del país. Sin duda el periodista afectado, que al parecer recurrió al insulto tras una tensa reunión, no hizo sino explotar tras una situación que debe ser el resultado de meses de conflicto previo, ya que si no se hace un poco raro que alguien reaccione así de repente o sin motivo.
Un sitio donde un compañero del periodista sancionado ya citado se burla de un mendigo alemán en directo y su empresa no hace nada, le disculpa, él se medio disculpa y aquí no pasa nada. Y lo triste es que aún haya gente que intente defender a este hombre que, sí, narrando partidos es muy bueno, pero cuando trata de hacer de periodista, ya ha demostrado su ineptitud y, sobre todo, sus malos modos y su chabacanería. Dos enlaces: El Descodificador y La tele de cristal.
Un sitio donde, para reducir gastos, se decide que se suprima el carácter de dirección general de una de las mayores instituciones culturales del país, ejemplo de buen hacer de cara al exterior, como es la Biblioteca Nacional, dejando claro lo que al Gobierno de turno le importa la cultura y la educación de sus ciudadanos. O donde a la pinacoteca más importante de la nación le faltan o no encuentra casi mil obras. Un hecho que en realidad data del año pasado.
Un sitio donde en una semana el presidente del Gobierno reniega de buena parte de los postulados proclamados durante sus seis años de mandato para contentar a inversores, especuladores y gobiernos extranjeros, en vez de gobernar para quien debe, que es a los ciudadanos españoles. Donde la ministra de Economía dice que "Ha sido doloroso pero no había alternativa". ¿Doloroso? ¿Para quién? Medidas que además no resolverán nada.
Un sitio donde el presidente del Gobierno, ejerciendo de secretario general de su partido, desvela en una reunión con líderes regionales y provinciales del mismo aspectos de las negociaciones con los socios europeos, y conversaciones sin duda privadas con los responsables de los países usuarios del Euro. En un, para mi gusto, intolerable ejercicio de indiscreción que, por supuesto, ha salido a la luz. ¿Con qué ánimo verán los líderes europeos la próxima vez a Rodríguez Zapatero sabiendo que todo lo que digan será divulgado a los cuatro vientos por semejante cotilla?
Un sitio donde el ministro de Fomento decide acudir a un programa de televisión para explicar las medidas de recorte del gasto, pero resulta que elige un programa de corazón e higadillos, un esperpento, un sindios donde todos gritan y nadie escucha: un espacio de telebasura. Eso sí, con buena audiencia, por desgracia. Así que no sabemos si este ministro es o muy tonto o muy listo. Eso sí, es uno de los últimos sitios donde me gustaría ver a un ministro de mi país, al que se le supone cierta seriedad, yendo a dar explicaciones de nada.
Un sitio donde cientos de miles de asesinados en la Guerra Civil siguen sepultados en cualquier parte, principalmente cerca de cunetas o de las tapias exteriores de cementerios, donde el Gobierno trató de legislar para buscarlos y estaba tan mal hecho que ahora tendrá que rehacer parte de la norma para garantizar que se lleven a cabo las exhumaciones.
Un sitio donde la justicia, lenta hasta aburrir, se queja de acoso y de descrédito cuando los ciudadanos de a pie se quejan de lo mal que funciona un sistema que debería protegerles y que sin embargo les deja muchas veces desprotegidos. Nuestro poder político fue reformado tras la dictadura. El Poder Judicial, no. No se ha transformado ni adaptado a la democracia. Como han resaltado las asociaciones de memoria histórica, "es heredero del franquismo".
Y es que hablamos de un sitio, al fin, donde un juez que trataba de investigar esas fosas y los crímenes derivados de esa Guerra Civil en la dictadura que le siguió, es suspendido en un proceso que fue iniciado por un pseudosindicato y un partido ahora minoritario, ambos de ideología ultraderechista, justamente la del bando que causó la inmensa mayoría de los muertos para los que este magistrado trató de hallar reparación (o simplemente hallar a secas), y uno de ellos residuo directo de la dictadura. Los únicos que oficialmente se han alegrado, claro. Eso en público, porque otros muchos han brindado en privado. Es posible que Garzón haya cometido errores de procedimiento en éste o en otros casos de los que ha llevado en estos años (el macroproceso 18/98, por ejemplo), pero parece bastante claro que esta suspensión tiene bastante, si no mucho, de persecución contra su persona. La prensa extranjera lo destaca en pleno y no sale de su asombro. No hay que olvidar que Garzón también inició el proceso del caso Gürtel y eso no ha hecho sino sumarle enemigos.
¿Es lícito o moralmente aceptable acatar, respetar u obedecer las resoluciones de un Poder Judicial heredero de la dictadura, no adaptado a la democracia (si pensamos que aquí hay democracia, claro), y que incluye a un Tribunal Constitucional deslegitimado tras los borradores de sentencia fallidos sobre el Estatuto de Cataluña, sobre el que llevan deliberando, ¿cuánto, cuatro años ya?, y con buena parte de sus miembros con el mandato caducado? Habrá que colegir que no, que ello es imposible. En consecuencia ha obrado Gaspar Llamazares, y con él buena parte de los blogs de izquierdas que visito habitualmente.
P.D. Público resalta que Le Monde le ha dedicado el editorial a la suspensión de Garzón.
Se ve que en este país aún hay cosas secretas y tabúes que no se pueden investigar. Que son intocables. La sentencia del Supremo da alas a los ocultadores. Genial, porque tras este hecho, el descrédito internacional de España ha subido varios puntos. Ahora España ya no es vista como una democracia modélica. Y porque no se han enterado ahí fuera de que cada vez son más los que opinan que nuestra Transición, esa que también ponemos como ejemplo de nuestra supuesta y modélica reconciliación, fue un pacto de silencio y un cierre en falso que dejó a los criminales impunes, que si no...
Y es entonces cuando te cuesta más asumir tu condición de nacional del estado de España y andar diciendo fuera que eres de este sitio tan raro sin que se te caiga la cara al suelo.
Un sitio donde un presidente de comunidad autónoma se enriqueció en grado sumo y el juicio dirá si de forma ilegal, aunque de momento las pruebas en su contra parecen apabullantes (Jaume Matas) y otro dice con gran jocosidad que "desde Finisterre hasta Cabo de Gata" todos los españoles estamos convencidos de su inocencia y de que no puede ser que le empapelen por unos trajes (Francisco Camps).
Aquí, un inciso: lo de "desde Finisterre hasta Cabo de Gata", ¿lo habrá cogido de la canción de la película de Pepe da Rosa "¿Le llamaban JR?". Por imaginar... Aunque allí era al revés, ya que la letra decía "del Cabo de Gata al de Finisterre, hay que ver la gente cómo está con JR".
Un sitio donde el alcalde de la capital del país la destroza a base de costosísimas e inútiles obras, dejándola prácticamente inhabitable, sobre todo si eres peatón. Donde el alcalde de la segunda ciudad en importancia es un absoluto negado que "la lía parda" con algo que debía ser tan "sencillo" como una consulta ciudadana para abordar la reforma de la vía más importante de la ciudad. Donde la alcaldesa de la tercera ciudad quiere derribar un histórico barrio pesquero para especular con la construcción de una gran avenida.
Un sitio donde un periodista galardonado por la defensa de la libertad de expresión, a la hora de ejercer de jefe, no permite esa misma libertad de expresión y suspende de empleo y sueldo al director del segundo programa de radio más escuchado del país. Sin duda el periodista afectado, que al parecer recurrió al insulto tras una tensa reunión, no hizo sino explotar tras una situación que debe ser el resultado de meses de conflicto previo, ya que si no se hace un poco raro que alguien reaccione así de repente o sin motivo.
Un sitio donde un compañero del periodista sancionado ya citado se burla de un mendigo alemán en directo y su empresa no hace nada, le disculpa, él se medio disculpa y aquí no pasa nada. Y lo triste es que aún haya gente que intente defender a este hombre que, sí, narrando partidos es muy bueno, pero cuando trata de hacer de periodista, ya ha demostrado su ineptitud y, sobre todo, sus malos modos y su chabacanería. Dos enlaces: El Descodificador y La tele de cristal.
Un sitio donde, para reducir gastos, se decide que se suprima el carácter de dirección general de una de las mayores instituciones culturales del país, ejemplo de buen hacer de cara al exterior, como es la Biblioteca Nacional, dejando claro lo que al Gobierno de turno le importa la cultura y la educación de sus ciudadanos. O donde a la pinacoteca más importante de la nación le faltan o no encuentra casi mil obras. Un hecho que en realidad data del año pasado.
Un sitio donde en una semana el presidente del Gobierno reniega de buena parte de los postulados proclamados durante sus seis años de mandato para contentar a inversores, especuladores y gobiernos extranjeros, en vez de gobernar para quien debe, que es a los ciudadanos españoles. Donde la ministra de Economía dice que "Ha sido doloroso pero no había alternativa". ¿Doloroso? ¿Para quién? Medidas que además no resolverán nada.
Un sitio donde el presidente del Gobierno, ejerciendo de secretario general de su partido, desvela en una reunión con líderes regionales y provinciales del mismo aspectos de las negociaciones con los socios europeos, y conversaciones sin duda privadas con los responsables de los países usuarios del Euro. En un, para mi gusto, intolerable ejercicio de indiscreción que, por supuesto, ha salido a la luz. ¿Con qué ánimo verán los líderes europeos la próxima vez a Rodríguez Zapatero sabiendo que todo lo que digan será divulgado a los cuatro vientos por semejante cotilla?
Un sitio donde el ministro de Fomento decide acudir a un programa de televisión para explicar las medidas de recorte del gasto, pero resulta que elige un programa de corazón e higadillos, un esperpento, un sindios donde todos gritan y nadie escucha: un espacio de telebasura. Eso sí, con buena audiencia, por desgracia. Así que no sabemos si este ministro es o muy tonto o muy listo. Eso sí, es uno de los últimos sitios donde me gustaría ver a un ministro de mi país, al que se le supone cierta seriedad, yendo a dar explicaciones de nada.
Un sitio donde cientos de miles de asesinados en la Guerra Civil siguen sepultados en cualquier parte, principalmente cerca de cunetas o de las tapias exteriores de cementerios, donde el Gobierno trató de legislar para buscarlos y estaba tan mal hecho que ahora tendrá que rehacer parte de la norma para garantizar que se lleven a cabo las exhumaciones.
Un sitio donde la justicia, lenta hasta aburrir, se queja de acoso y de descrédito cuando los ciudadanos de a pie se quejan de lo mal que funciona un sistema que debería protegerles y que sin embargo les deja muchas veces desprotegidos. Nuestro poder político fue reformado tras la dictadura. El Poder Judicial, no. No se ha transformado ni adaptado a la democracia. Como han resaltado las asociaciones de memoria histórica, "es heredero del franquismo".
Y es que hablamos de un sitio, al fin, donde un juez que trataba de investigar esas fosas y los crímenes derivados de esa Guerra Civil en la dictadura que le siguió, es suspendido en un proceso que fue iniciado por un pseudosindicato y un partido ahora minoritario, ambos de ideología ultraderechista, justamente la del bando que causó la inmensa mayoría de los muertos para los que este magistrado trató de hallar reparación (o simplemente hallar a secas), y uno de ellos residuo directo de la dictadura. Los únicos que oficialmente se han alegrado, claro. Eso en público, porque otros muchos han brindado en privado. Es posible que Garzón haya cometido errores de procedimiento en éste o en otros casos de los que ha llevado en estos años (el macroproceso 18/98, por ejemplo), pero parece bastante claro que esta suspensión tiene bastante, si no mucho, de persecución contra su persona. La prensa extranjera lo destaca en pleno y no sale de su asombro. No hay que olvidar que Garzón también inició el proceso del caso Gürtel y eso no ha hecho sino sumarle enemigos.
¿Es lícito o moralmente aceptable acatar, respetar u obedecer las resoluciones de un Poder Judicial heredero de la dictadura, no adaptado a la democracia (si pensamos que aquí hay democracia, claro), y que incluye a un Tribunal Constitucional deslegitimado tras los borradores de sentencia fallidos sobre el Estatuto de Cataluña, sobre el que llevan deliberando, ¿cuánto, cuatro años ya?, y con buena parte de sus miembros con el mandato caducado? Habrá que colegir que no, que ello es imposible. En consecuencia ha obrado Gaspar Llamazares, y con él buena parte de los blogs de izquierdas que visito habitualmente.
P.D. Público resalta que Le Monde le ha dedicado el editorial a la suspensión de Garzón.
Se ve que en este país aún hay cosas secretas y tabúes que no se pueden investigar. Que son intocables. La sentencia del Supremo da alas a los ocultadores. Genial, porque tras este hecho, el descrédito internacional de España ha subido varios puntos. Ahora España ya no es vista como una democracia modélica. Y porque no se han enterado ahí fuera de que cada vez son más los que opinan que nuestra Transición, esa que también ponemos como ejemplo de nuestra supuesta y modélica reconciliación, fue un pacto de silencio y un cierre en falso que dejó a los criminales impunes, que si no...
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