Bush encarga a su padre y a Clinton la recaudación de ayuda para el sudeste asiático. Ha tardado varias broncas por tacaño y una semana más tarde en darse cuenta de que, si bien no se le quiere como líder mundial para andar destruyendo países, sí se le busca y necesita, por esa misma condición, para liderar, en este caso, la reconstrucción de países. A la zona se han trasladado el secretario de Estado, Colin Powell y el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para conocer las necesidades más urgentes. Van 150.000 muertos, se teme que nunca se conozca la cifra exacta y las tareas de reconstrucción y recuperación de la zona afectada pueden durar del orden de diez años, según indica el secretario general de la ONU.
La nota emocionante la pone una familia española que se ha reencontrado en un hospital tras ser arrastrada por el maremoto en Tailandia. Preocupan cuatro españoles desaparecidos.