Titular correcto y titular sesgado
El correcto, sorpréndanse si quieren, el de El Mundo, que en su titular de portada le echa la culpa tanto al Gobierno como al PP de que no vaya a haber un posible pacto de estado por la crisis, porque los dos tienen posiciones inamovibles. El PP no renuncia a la bajada de impuestos y el Gobierno dice que estas decisiones les competen sólo a ellos, además de que el PSOE no parece tener intención ni siquiera de llamar al PP y de que Mariano Rajoy lleva más de un año esperando una cita con el presidente del Gobierno. Fue el propio Zapatero el que dijo en su momento que llamaría al presidente del principal partido opositor. Sin embargo, el portadista de El País carga todo el peso de la prueba sobre el PP, poniéndole como el culpable de que no vaya a haber acuerdo. Ello a pesar de que, dentro del texto, sí se dan argumentos que constatan que ambas partes son culpables. Es decir, lo que dice el titular de El País es diferente de lo que luego se dice en el desarrollo del mismo. En cambio, quien parece acertar en el diagnóstico es Público, para quienes todo es una maniobra del rey para mejorar su imagen. Su titular aparece debajo de una foto del monarca sentado en su poltrona, digo... en una silla. Eso mismo parece pensar el periodista de la SER, Javier Casal, a resultas de lo que dijo ayer en Twitter: "La ronda del Rey que alguien me la explique porque no la comprendo. Era necesario este nuevo protagonismo monárquico?" Pues en esas estamos. ¿Por qué interviene ahora? ¿Tendrá miedo de algo? Ayer fue visitado, o recibió, a los líderes sindicales Méndez y Toxo, que para ser defensores de los trabajadores es curioso que aceptaran ir de traje. Antes de eso anunciaron movilizaciones en Madrid, Barcelona y Valencia contra el alza de la edad laboral a los 67 años. Será el 23-F.
El Mundo
El País
Público
Como digo, los culpables del desacuerdo son ambos: tanto el Gobierno y el partido que tiene detrás, el PSOE, como el PP. Ninguno quiere nada con el contrario. Pero El País ha decidido cargar sólo contra una de las partes. A ese mismo afán dedica el editorial principal y la viñeta de Peridis, que lógicamente acompaña a esa información. O sea, que el rotativo de Prisa sigue dando bandazos: el martes 9 dedica tres textos de opinión (uno, de un diputado socialista) a cuestionar la política económica (busquen "Vaya usted a saber por qué, pero últimamente José K. se acuerda de H. M. cada vez que ve a Zapatero..."), el giro en las pensiones, o el recurso conspiranoico del gobierno y otro, como hoy, se pone a darle collejas al PP. Y lo básico es que dicho pacto de estado es absolutamente inviable a día de hoy. Si hay un culpable es el primer político o el primer medio de comunicación que deslizó la posibilidad del mismo. Y el rey, mira por dónde, se ha subido al carro con sus declaraciones del otro día y ahora dicen que quiere seguir recibiendo gente. ¿Qué pretende el rey?
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El País
Público
Como digo, los culpables del desacuerdo son ambos: tanto el Gobierno y el partido que tiene detrás, el PSOE, como el PP. Ninguno quiere nada con el contrario. Pero El País ha decidido cargar sólo contra una de las partes. A ese mismo afán dedica el editorial principal y la viñeta de Peridis, que lógicamente acompaña a esa información. O sea, que el rotativo de Prisa sigue dando bandazos: el martes 9 dedica tres textos de opinión (uno, de un diputado socialista) a cuestionar la política económica (busquen "Vaya usted a saber por qué, pero últimamente José K. se acuerda de H. M. cada vez que ve a Zapatero..."), el giro en las pensiones, o el recurso conspiranoico del gobierno y otro, como hoy, se pone a darle collejas al PP. Y lo básico es que dicho pacto de estado es absolutamente inviable a día de hoy. Si hay un culpable es el primer político o el primer medio de comunicación que deslizó la posibilidad del mismo. Y el rey, mira por dónde, se ha subido al carro con sus declaraciones del otro día y ahora dicen que quiere seguir recibiendo gente. ¿Qué pretende el rey?
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