Ir con el pie cambiado


Aplíquese a políticos socialistas con la etiqueta de 2.0, a blogueros enfadados, a tertulianos que opinan de todo, y a un par de periódicos tradicionales. Otras expresiones útiles en este caso: coger a alguien con el carrito de los helados, dejar a alguien colgando de la brocha.

Ahora acaba de aparecer un nuevo manifiesto por los derechos en la Red, promovido por el colectivo EXgae, que junto a casi un centenar de artistas, juristas, organizaciones de consumidores y asociaciones internacionales, ha publicado la carta 'Los Derechos Humanos de ciudadanos y artistas en la era digital'. Zapatero, atento: la guerra no cesa.

Todo empezó cuando el pasado miércoles por la mañana empezó a circular, cual bomba silenciosa, el Manifiesto en Defensa de los Derechos Fundamentales en Internet contra un texto que parece partir del Jefe de Gabinete de Presidencia. Desde entonces hemos visto de todo. Una inmensa mayoría de blogs publicando el Manifiesto y secundándolo. Algún que otro periódico que también. Gente secundándolo con matices. Algunos blogs en contra del Manifiesto. Que si hay que defender los derechos de autor, que ¿son tales derechos? Gente descalificando a los ciudadanos convocados por la ministra. Gente dejándose de argumentos coherentes y atacando a alguna de estas personas por su adscripción política en vez de centrarse en el contenido de la Disposición Final Primera, periódicos a los que la repercusión del Manifiesto les ha pillado a contrapié, incluso molestos ¡por no haber sido llamados a la reunión con Cultura!, blogueros mosqueados quizá por el mismo motivo aunque no quieran reconocerlo -"¿cómo es que llaman a estos y a mí no? Buaaaa..."- y políticos del PSOE que tienen espacio personal en la red y una cierta actividad en redes sociales, que carecen de un argumentario sólido para defender la estupidez autorizada desde Moncloa y que desde entonces llevan montando un estropicio en la red cual elefante en cacharrería y quedando las más de las veces en el más absoluto de los ridículos, porque la mentira tiene las patas muy cortas. Lo que está muy claro es que la reacción de la red es mayor, y la opinión muy diferente, a la que esperaban (así lo expresan en Alianzo, Error 500 y Marilink). Esto ha llegado hasta el extranjero, como vemos en Radiocable. Él cita a boingboing y Gizmodo, como Dans citó a TechCrunch.


Tenemos la evidencia flagrante de que esta vez ha sido Internet la que ha colocado el tema en las agendas de los llamados medios tradicionales, y no al revés. Los incendiarios editoriales de El País y El Mundo al día siguiente del encuentro en el Ministerio, y un vergonzoso truño del periódico de Prisa, evidenciaron que el Manifiesto y sus consecuencias les habían pillado con el pie cambiado: ellos no habían generado la noticia, iban a remolque. La noticia procedía de un medio que no comprenden -sorprende que a la vez El País valore el acceso a las nuevas tecnologías en su última campaña publicitaria- y encima en El Mundo les entraba la pataleta porque ellos no habían sido convocados por la ministra. Igual tiene algo que ver que ellos no secundaron el Manifiesto, y sí lo hizo con decisión la edición digital de 20 Minutos, cuya responsable sí fue citada. Y por supuesto no descarto que El País y El Mundo también reaccionaban así por miedo a cómo esto pudiera afectar negativamente a sus cuentas de resultados. Ah, El País, ese medio tan progresista.

Otra muestra de que los medios tradicionales van a contracorriente la deja bien clara Enrique Dans en su último post: "La situación siguió rizando el rizo en el encuentro en la Plaza del Rey: un montón de periodistas afanosamente “buscando un líder”, preguntando, y corriendo hacia cualquiera al que veían que rodeaba mucha gente o se acercaba un micrófono. ¡No puede ser que no haya líder visible! ¡En algún lado tiene que estar!" Internet es horizontal y transversal, y para eso los medios tradicionales no están preparados. Y las tesis de la pérdida de dinero no son reales, como escribe Javier Candeira para la web de RTVE y según se recoge de un informe de The Times: los artistas británicos ganan dinero; lo pierden las discográficas y los intermediarios. Interesante también el texto de Juan Carlos Escudier.

También hemos asistido al uso burlesco y despectivo de las palabras "internauta", "bloguero", "gurú" o "emprendedor", como explica Javier Casal. Se ve que aún queda mucho ignorante digital. El mismo Zapatero, en la charla informal con la prensa en los actos del Día de la Constitución, parece que dijo algo como "no se cerrará ninguna web y así se lo he hecho saber a los internautas presentes" en el acto. Cuando resulta que sí se cierran blogs sin intervención judicial, y justo por denunciar comportamientos delictivos. Cae también Zapatero en el error de categorizar y etiquetar. Que no nos estigmaticen en lo que parece una denominación despectiva, según como se pronuncie. Habiendo tanta gente que usa ya Internet, yo simplemente hablaría de ciudadanos que hacen uso habitual de la red. Alguno de estos trogloditas digitales ha llegado a mostrar su malestar con el hecho de que los asistentes a la reunión en el Ministerio de Cultura la estuvieran 'tuiteando', esto es, dando cuenta de su desarrollo en directo. A aquello se le llama verdadero periodismo y a lo otro, quedarse anclado en el pasado. Yo a las críticas a esa retransmisión en directo le hallo las mismas causas que al lloriqueo de los dos periódicos más importantes del país: los periodistas del pleistoceno, como los tertulianos, sienten que se han ido a Sevilla y les han quitado su silla, que están descolocados y, ante la imposibilidad de adaptarse, recurren bien a la rabia o bien al desprecio más absoluto por una nueva forma de comunicación que les sobrepasa. Sin embargo AEDE, que según Dans está en negociaciones con la Coalición, no ha dicho ni pío sobre el fin de la publicación de los anuncios societarios en prensa. Por suerte no todos los periodistas piensan igual.

De los políticos del PSOE que no estaban preparados para esta avalancha hay que citar a tres: los senadores Felix Lavilla y Luis Salvador y el director general para la Sociedad de la Información, David Cierco -posible instigador, dicen, de una campaña desde Industria contra Cultura-, y algún otro político con ansias de gloria y de menor nivel. A Cierco y Lavilla a dúo y a Salvador por separado ("un “cantamañanas” que hoy es Senador por Granada") ya les da lo suyo precisamente un socialista. Son los únicos que están tratando visiblemente de defender la reforma legal a través de sus blogs y otras plataformas como Twitter, con resultados ciertamente desafortunados. Esto incluye una acalorada discusión por Twitter de Lavilla con Pablo Soto, el creador del programa de P2P "Manolito" al que la anquilosada industria del disco redondo reclama nada menos que 13 millones de euros. El propio Soto lo explica en su blog. Su abogado David Bravo ha acuñado al parecer la expresión de la "ley de la patada en el router".


La Coalición de Creadores (1 y 2) y la SGAE (1 y 2) también están tratando de reaccionar como pueden ante el fenómeno. Podrían aprender de la industria fotográfica. Luis Gosalbez explicó bastante bien -¡en agosto!- por qué le tenemos manía a la SGAE. Les ha pasado como a los políticos: esto no lo tenían previsto. Es como el progreso que intentan detener y que siempre está por delante del legislador. Ellos, los medios tradicionales y los políticos del PSOE tratan de frivolizar y minimizar la protesta diciendo que es cosa de piratas -¿quiénes son los piratas?- y de cuatro frikis preocupados sólo por las descargas, y pretenden tratar al ciudadano corriente como al peor de los criminales. El último apoyo a la iniciativa del Gobierno procede del polémico y discutidísimo ministro de Cultura francés. Con amigos así, ya se sabe...

Tenemos a los que atacan al grupo que fue al Ministerio de Cultura, con frases del estilo: "¿estos quiénes son?", "¿cómo los han escogido?", "estos no me representan", "¿quiénes se creen estos que son?", y así. Bueno, pues como ellos mismos han dicho, no representaban a nadie más que a si mismos, y no tienen ninguna culpa de que el Ministerio decidiera llamarles. También se les acusa de ir poco preparados. Hombre, es que les avisaron entre la tarde del miércoles y la misma mañana del jueves, ya me dirás... Bastante hicieron, y es que por suerte tienen unos puntos de coincidencia comunes, que son los que pudieron exponer. Si se llega a formar una comisión para volver a reunirse con Cultura, para mí está claro que deben formarla abogados como David Bravo, Javier de la Cueva y otros, que puedan desmontar las mentiras que deslizan desde el Gobierno y desde la industria.

Y no podía faltar el político que nos quiere hacer creer que ésta es una cuestión de ideologías y no una cuestión de derechos, que quiere que veamos el dedo en vez de la luna. Es Félix Lavilla, que en un mismo post ataca a Esteban González Pons y a Enrique Dans, y que suelta la guerra de Irak en la primera frase. Mezclando churras con merinas. Señor mío, que llevan ustedes cinco años gobernando y queremos que se vayan nuestros soldados de Afganistán y Líbano, no de Irak. Ya no les vale vivir de las rentas del pasado: "Yo traje las tropas de Irak, bla, bla, bla...". Con Pons, que se subió al carro de los oportunistas, que haga lo que quiera. Pero en el caso de Dans resulta que para hallar un atisbo de crítica que hacerle se tiene que retrotraer hasta ¡2002! Resulta que le ataca de forma personal y por la sencilla razón de que trabajó una vez para el PP y ha escrito en medios de orientación conservadora como Libertad Digital -lo que ocurre lo dice bien Ricardo Galli-. ¿Que no puede este señor escribir donde quiera?

¿Va a decirnos este senador lo que podemos o no escribir o dónde? Pues ya puede ir presentando la dimisión. Que Dans puede no ser santo de la devoción de muchos, pero es un señor sensato y que sabe de lo que habla. Hay gente de derechas con la que se puede dialogar sin problemas, como hay gente de izquierdas que no atiende a razones, y viceversa. Pero no es justo ni lógico que se ponga a atacarle por su ideología. ¿Qué importa dónde estuviera Dans en 2002? Senador, ha errado el tiro. Estamos hablando de un señor particular sin cargo político que está siendo denostado por nada menos que un senador. Lo que Lavilla pretende es desviarnos del fondo de la cuestión. Que en lugar de quitar la LSSI como prometieron, se la quedaron y sólo la reformaron. Que por ejemplo en la reforma del artículo 8 de la LSSI (CE) pretenden los urdidores del anteproyecto equiparar la protección de la propiedad intelectual con:

- La salvaguarda del orden público, la investigación penal, la seguridad pública y la defensa nacional.
- La protección de la salud pública o de las personas físicas o jurídicas que tengan la condición de consumidores o usuarios, incluso cuando actúen como inversores.
- El respeto a la dignidad de la persona y al principio de no discriminación por motivos de raza, sexo, religión, opinión, nacionalidad, discapacidad o cualquier otra circunstancia personal o social, - La protección de la juventud y de la infancia.

¿En serio son comparables? Y también tenemos a todo un director general, que le dora la píldora al senador y que, dado el cargo que ocupa, debería ser más imparcial y menos efusivo. Y tampoco tiene sentido atacar al PP cuando votan los dos lo mismo en Europa respecto al Paquete Telecom o la elección de Durao Barroso. Por cierto que le mandé un comentario a Lavilla y no está. En fin.


En el grupo de personas que fue al Ministerio había algunas con una clara "etiqueta" -dichosas etiquetas- que dice que son de izquierdas, como Fernando Berlín o Nacho Escolar, y resulta que son de los que se han posicionado de forma más clara en contra de esta reforma legal. Y sin embargo no veo que a ellos se les critique. ¿Desconcertados ante el hecho de que nos ataque gente "que se suponía estaba en nuestras propias filas"? Pues mire, no debería sorprenderle tal número de deserciones. Ya se dice que no hay peor cuña que la de la misma madera, y me incluyo. En los comentarios del post donde Lavilla se mete con el señor Dans, hay muchos de gente que se dice de izquierdas y socialista y que critica la medida del gobierno y dice que han perdido ustedes su voto, y va el señor senador e, incrédulo ante la realidad, aventura que seguramente no son lo que dicen ser: "Los que se dicen socialistas, si realmente lo son (no lo pongo en duda, pero a veces se dice que son sin serlo para atacar aparentemente con más legitimidad al Gobierno)". Y es que hasta Fernando Berlín, con buen juicio, tiene que salir en defensa de Dans. No es que el hombre lo necesite, que se sabe defender, pero ocurre que los ataques que se le hacen son injustificados.

El senador Lavilla responde una y otra vez con evasivas y circunloquios a la pregunta de si él cerraría páginas webs sin resolución digital y no es hasta su respuesta más reciente cuando por fin dice que no. Hasta entonces se había limitado a repetir como un disco rayado las declaraciones de Zapatero de que no se cerraría ninguna web ni ningún blog: "El presidente del Gobierno ha dicho...". La opinión del presidente ya la sabemos, señor Lavilla, le estábamos preguntando por la de usted. ¿O no tiene opinión propia y todo es lo que diga el jefe? Por supuesto guardaremos bajo llave lo que ha dicho el presidente a ver si cumple o no.

Lo malo para usted a estas alturas es que la palabra de Zapatero ya no sirve, ya no vale. Nos ha mentido demasiadas veces. Antes del verano dijo en Cuatro que no iba a haber más subidas de impuestos. Mintió entonces y puede estar haciéndolo ahora. Queremos hechos. Está fuera de toda lógica una reforma por la puerta de atrás de la LPI y de la LSSI en un anteproyecto que habla de "economía sostenible", que un texto que propugna un nuevo modelo productivo dedique parte de su articulado a defender panza arriba un modelo de industria caduco. Queremos esa Disposición Final Primera fuera, y que si se van a reformar esas dos leyes, se haga en documentos específicos y separados para esas materias, y con luz y taquígrafos. No de tapadillo en medio de una auténtica ensaladilla rusa. El presidente está convencido de que se encontrará una solución "positiva", haciendo gala de su ya cansino optimismo. La única solución viable es seguir combatiendo hasta la derrota del gobierno y la retirada del texto. Sí, he puesto hasta la derrota. De acuerdo que sólo es un anteproyecto, pero como siga quemando etapas sin modificaciones sí que tendremos un problema.

¿A qué tanto empeño y tanta prisa para cerrar webs que ofrecer descarga o intercambio de archivos, y todo lo contrario, en cambio, para cerrar páginas que van desde la apología del terrorismo hasta la promoción de valores absolutamente antidemocráticos, como las de algunos grupos ultras o fascistas, o de partidos políticos que propugnan el racismo, la xenofobia o la homofobia? ¿Y por qué no tenemos un gran acuerdo internacional para luchar contra las empresas y servidores que permiten el alojamiento de páginas de pornografía infantil? ¿Por qué no se actúa con la misma contundencia contra esas webs? ¿Los "piratas" son peores? Ah, claro, que lo de acabar con las descargas nos lo pide EEUU, que quiere que frenemos el P2P porque su industria del cine pierde dinero.

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