Guardans, ese hombre
Ya no es sólo tener a una persona absolutamente incompetente, sectaria o ignorante de la realidad del mundo en que vive al frente del Ministerio de Cultura, sino que el primer subordinado que escogió, para la dirección del ICAA (Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales) es aún peor. No le bastó enfrentar a cineastas por el decreto que desarrolle la Ley del Cine, donde quedarían mermadas de financiación las producciones inferiores a los dos millones de presupuesto frente a las grandes producciones, o la idea de dar más dinero al cine hecho por mujeres en vez de simplemente premiar las capacidades. Ahora resulta que Ignasi Guardans enfrenta a diferentes ciudades españolas a cuenta de las subvenciones que quiere otorgar a los Festivales. Me quedo con la opinión del director del certamen de Segovia: "Los festivales no son del Ministerio. La aportación que hace el ICAA es mínima, salvo en la Seminci, Huelva, Málaga o San Sebastián".
Guardans ha logrado enfrentar a San Sebastián y Málaga, por lo menos. La polémica y su repercusión han tenido su reflejo en El País -comparativa de festivales y declaraciones de Guardans-, El Mundo, Público y ABC, donde dicen que ahora intenta apagar el fuego que él mismo ha provocado. Ojo a la memorable frase del director del ICAA: "es cierto que hay gente que prefiere ver cine en iraní o rumano antes que en catalán". ¿Iraní? ¡Que en Irán se habla persa! ¿Y este tipo tiene rango de director general?
En esas mismas declaraciones, efectuadas durante un desayuno organizado por el Club Internacional de la Prensa, es donde ha reconocido que el cine en catalán "tiene problemas de difusión en el resto del Estado". Asimismo, se refirió a la futura Ley del Cine catalana y consideró "legítimo" que la Generalitat "intente corregir el desequilibrio" para el doblaje al catalán. Eso el mismo día en que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha revocado casi en su totalidad una norma del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) que fijaba porcentajes de presencia de la lengua catalana y aranesa en los medios de comunicación tanto públicos como privados que emiten en Cataluña, dado que entienden que este organismo regulador rebasó el ámbito de sus competencias, siendo una resolución que no tendrá traducción práctica, puesto que niega al CAC estas competencias con carácter retroactivo, pero no en la actualidad, y no entra a valorar si se pueden establecer o no cuotas idiomáticas en los medios de comunicación.
Volviendo a Guardans, quien pida la dimisión de la ministra González-Sinde haría bien en pedir también la de este señor: difícilmente se puede sembrar más cizaña en menos tiempo. Este señor no era experto en cine cuando estaba en el Parlamento Europeo: lo era en el tema de Internet y las descargas. Si le ficharon para que parara la piratería de películas, hubiera sido más efectivo para sus propios intereses y los del Gobierno que le hubiesen hecho ministro.
Guardans ha logrado enfrentar a San Sebastián y Málaga, por lo menos. La polémica y su repercusión han tenido su reflejo en El País -comparativa de festivales y declaraciones de Guardans-, El Mundo, Público y ABC, donde dicen que ahora intenta apagar el fuego que él mismo ha provocado. Ojo a la memorable frase del director del ICAA: "es cierto que hay gente que prefiere ver cine en iraní o rumano antes que en catalán". ¿Iraní? ¡Que en Irán se habla persa! ¿Y este tipo tiene rango de director general?
En esas mismas declaraciones, efectuadas durante un desayuno organizado por el Club Internacional de la Prensa, es donde ha reconocido que el cine en catalán "tiene problemas de difusión en el resto del Estado". Asimismo, se refirió a la futura Ley del Cine catalana y consideró "legítimo" que la Generalitat "intente corregir el desequilibrio" para el doblaje al catalán. Eso el mismo día en que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha revocado casi en su totalidad una norma del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) que fijaba porcentajes de presencia de la lengua catalana y aranesa en los medios de comunicación tanto públicos como privados que emiten en Cataluña, dado que entienden que este organismo regulador rebasó el ámbito de sus competencias, siendo una resolución que no tendrá traducción práctica, puesto que niega al CAC estas competencias con carácter retroactivo, pero no en la actualidad, y no entra a valorar si se pueden establecer o no cuotas idiomáticas en los medios de comunicación.
Volviendo a Guardans, quien pida la dimisión de la ministra González-Sinde haría bien en pedir también la de este señor: difícilmente se puede sembrar más cizaña en menos tiempo. Este señor no era experto en cine cuando estaba en el Parlamento Europeo: lo era en el tema de Internet y las descargas. Si le ficharon para que parara la piratería de películas, hubiera sido más efectivo para sus propios intereses y los del Gobierno que le hubiesen hecho ministro.
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