Cine y dinero, malos compañeros de cama

Entrevista a Paolo Vasile, consejero delegado de Telecinco y productor de "Ágora", entrevistado en la edición impresa de El Mundo, sección de Cultura, página 47 (extracto):

"Las subvenciones son la mejor forma de acabar con el arte"

Respuesta- (...) "Desde el principio quisimos entrar en la primera liga del cine...
Pregunta- Entre otras cosas porque la ley obliga a las televisiones a invertir un 5% de su facturación en cine...
R- Bueno yo me refería a otra cosa. Esa ley está pensada para que las televisiones sean simplemente financieras. Para que pongan el dinero y ya está. Pero nosotros no somos financieras.
P- Deduzco que no le gusta le ley.
R- Es una barbaridad jurídica, pero una vez que está en el BOE hay que acatarlo. Lo más disparatado es que este impuesto revolucionario, pues eso es, está aplicado a la facturación y no a la cuenta de resultados. Otra estupidez. Ni siquiera los impuestos se basan en la facturación.
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R- Fue lamentable que El laberinto del fauno se presentara como una película mexicana cuando la habíamos pagado nosotros y ganó tres Oscar para españoles. A los idiotas los juzga la Historia.
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P- "Ágora" llega cuando se discute la Ley del Cine...
R- Me he perdido algún capítulo de esta sitcom que en realidad es una tragedia.
P- Recientemente, el director general del ICAA (N. d. A., Ignasi Guardans) dividió la producción española en ágoras y peliculitas... (N. d. A., él mismo lo negó)
R- No lo entiendo. Hay películas de 200.000 euros que son parte de la historia del cine. La Gioconda no es que sea grandísima. Además, creo que la subvención es la mejor forma de acabar con el arte. Se tira de subvención para dar de comer a gente que quizá debería hacer otra cosa.
P- ¿Está contra las subvenciones?
R- La subvención conlleva una utilidad pública. Muchas películas que hemos hecho nosotros no deberían haber recibido ayudas públicas.
P- ¿Y dónde poner la frontera?
R- Es muy difícil, pero hay que tener alguna idea al respecto. Si no, es un suicidio cultural. La subvención es pública y si no contribuye a mejorar la vida de los que han pagado, está mal dada.

En la página 48, sobre las ayudas al cine en los presupuestos presentados por Cultura el pasado miércoles:
Las ayudas al cine crecen... por gusto (y no por norma)
La ley no obliga a Cultura a aumentar el presupuesto del ICAA, como aduce Sinde
(...) El presupuesto del Ministerio de Cultura para 2010 se desploma (...) de 923 millones se pasa a 867 (un 11,04% menos) (...) de las partidas más significativas y notorias, sólo una se salva de la quema: la del cine. Pregunta a la ministra: ¿por qué? Respuesta: "La Ley del Cine nos obliga a mantener un crecimiento anual hasta llegar en el margen de cinco años a los 100 millones de euros". Se refiere al Fondo de Protección de la Cinematografía, el grueso del presupuesto del ICAA destinado a las ayudas a la producción audiovisual. La excusa no encaja con los hechos. El texto del anteproyecto de dicha ley deja para la memoria económica todo lo que tiene que ver con las cuentas. Y la citada memoria no tiene rango de ley. Por tanto, nada obliga, salvo la voluntad de la ministra y su equipo, a respetar el denominado "plan plurianual de dotaciones presupuestarias". (...) La citada memoria económica cifra en 91 millones la cantidad que debería recibir el Fondo. Los presupuestos hablan de 89. El aumento de presupuesto en la partida de cine no está sujeto a ley alguna y, caso de que se otorgue rango de ley a la memoria económica (que no la tiene), tampoco se respetan las cifras que ahí aparecen. (...) Bien es cierto que el presupuesto global dedicado al cine, en un panorama deprimente de recortes, también desciende. Eso sí, lo hace en apenas un 0.88% con respecto a lo pensado para 2009. Nada si se compara, por ejemplo, con el 26% de caída libre que registran los museos. En cualquier caso, el ICAA dispondrá de 0,3% más recursos que el año anterior, por el 24% menos que recibirán las infraestructuras (N. d. A., recibirían, esperemos a la cifra definitiva). (...) A pesar del descrédito en el que han caído las subvenciones nominativas, frente a las denominadas en concurrencia, la Academia del Cine se hace, por vez primera, con 270.000 euros para sus gastos de funcionamiento, al margen de la ayuda anual a la que optará para la preparación de la gala de los Goya (N. d. A.: Recordemos que la ministra presidía la Academia antes de ser nombrada por Zapatero. ¿Conflicto de competencias?)

En la edición digital, Santiago Segura sobre la discriminación positiva en cine: "Si fuera mujer me sentiría insultada". El actor y director se suma a las críticas que, entre muchos de sus compañeros, ha suscitado la orden ministerial que desarrolla la Ley del Cine. La discriminación positiva hacia las cineastas "sólo crea tensiones", afirma, "si fuera mujer me sentiría insultada".
Segura argumenta que "hay que favorecer o proteger a los menos favorecidos. Pero yo desde pequeñito he sentido a la mujer igual o superior a mí, nunca he visto a la mujer como a alguien a quien hay que sobreproteger o un ser con discapacidad" (N. d. A., que tal parece el propósito de dicha discriminación positiva). Un ejemplo claro, para Segura, es Icíar Bollaín: "Es mucho mejor cineasta que muchos hombres, es mejor que yo, por ejemplo". Y se la respeta porque "nadie le ha dado nada" (N. d. A., la Asociación de Mujeres Cineastas está a favor de la nueva normativa, pero pide menos ambigüedad y un sistema de puntos como el que rige para otras producciones como las que no están en castellano, las que vienen de Canarias o las hechas en 3D).

Y, ya puestos, Segura carga contra la madre del cordero de la discriminación positiva, el Ministerio de Igualdad: "¿No necesitamos dinero para otra cosa? ¿Tú sabes lo que cuesta un ministerio? Cuando tienes una constitución que dice que todos los españoles son iguales ante la ley, que más clarito no se puede decir, es la Justicia quien tiene que encargarse de esas cosas".

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