La vara de medir

Consulta no vinculante en Arenys de Munt (Barcelona) preguntando por la independencia de Cataluña. En la primera nota de resultado publicada por la web de El País se indica una participación del 33% de la población, el 41% del censo. La participación ha sido superior a la registrada en las elecciones europeas de junio y al referéndum de la Constitución Europea de 2005 pero inferior a las generales de 2008, a las municipales de 2007 y al referéndum del Estatut de 2006 -esto último no es una gran sorpresa-. Pero no vengo a hablar aquí de un hecho que en el futuro se verá si es anecdótico o no -ya piden que se haga en toda Cataluña y otros 60 municipios han solicitado una votación similar para el 15 de octubre-, sino de cómo éste hecho ha gozado de una cobertura mediática sin precedentes.

En cambio, que la Red de Municipios y Cargos Públicos por la Tercera República siga sumando adhesiones, llegando ya a la veintena de ayuntamientos que planean solicitar un referéndum para decidir entre monarquía o república apenas ha encontrado espacio en los medios. Por lo visto el hecho de que haya republicanos entra dentro de la llamada "normalidad democrática" y hasta resulta gracioso o cómico, llegando al punto de ridiculizar la declaración hecha por Cayo Lara al rey de que tenía un plan para la llegada de la Tercera República y haya pasado del todo invisible la coherente petición para la reforma de la Ley Electoral. Ahora, ¿que un colectivo privado organiza una consulta simbólica para la independencia de Cataluña? Pues allá que va un juez a paralizarla, la Falange a liarla -que por suerte no ha pasado nada- y los medios de comunicación de España toda a cubrir el evento como si fuera el fin del mundo. ¿Será porque es Cataluña? Por eso titulo el post así: por la diferente vara de medir aplicada a lo que tenga que ver con la Tercera República con respecto a todo lo que se diga sobre la posible autodeterminación de Cataluña, a pesar de que ambos movimientos persiguen objetivos similares (estado federal o estados libres asociados con intereses comunes y desaparición de la monarquía).

Me parece que el tratamiento dado a esta votación se ha pasado tres pueblos. Cobertura e importancia exageradas, sin atisbo de que nadie quiera pararse a reflexionar y relativizar que era una localidad de unos 8.000 habitantes, de los que sólo han votado 2.671 y que no tiene ninguna repercusión jurídica. Además no se ha empleado el censo y han dejado votar desde los 16 años, solamente eso ya bastaría para anular la patochada. Pero he aquí que de la res mediática nacional ha ido a Arenys hasta el tato, como si valiera. ¡Y ojo con los titulares erróneos! Esta noche la web de la Cadena Ser titulaba así de mal la noticia: "El 96% de vecinos de Arenys apoya la autodeterminación de Cataluña". ¡No oiga no! ¡El 96% de los vecinos no! El 96% de los que han ido a votar, que no es lo mismo.

Volviendo al tratamiento mediático, tema nada menor. Sobre todo me causa sorpresa que hablen tanto de él medios que defienden a ultranza la unidad de España, creí que iban a intentar silenciar el hecho pero han hecho todo lo contrario. Lo que sí empiezan a hacer es ningunearlo y ridiculizarlo. Así, por ejemplo, El Mundo (como otros muchos) llevan el tema a portada con fotografía. El tratamiento es otra historia. El País se limita a una foto de una señoras votando y el titular "ARENYS VOTA SÍ A LA INDEPENDENCIA", con este escueto texto: "2.568 contra 61. Los ciudadanos de Arenys de Munt, municipio barcelonés de 8.000 habitantes, se inclinaron ayer por la independencia de Cataluña en una consulta informal y testimonial que Convergència Democràtica y ERC quieren ampliar a todas las localidades catalanas. En la foto, tres mujeres hacen cola en el local parroquial donde se votaba". Es con toda claridad un texto meramente informativo y descriptivo, sin opinión.

Con la cabecera dirigida por Pedro J. Ramírez es otra historia. La foto muestra a un grupo numeroso de personas ante la cámara, con una bandera independentista catalana (estelada, estrellada) en primer plano. La carga opinativa, de todo punto intolerable venga de quien venga, porque rompe la división entre información y opinión, la observamos en el titular, "Bufonada independentista en Arenys" y el texto: "La consulta popular convocada ayer en Arenys de Munt sobre la independencia de Cataluña –que se saldó con el sí del 96,3% de los votantes– se desarrolló en un clima esperpéntico, con banderas y proclamas separatistas y la manifestación convocada por la Falange para rechazar la celebración del referéndum. La consulta no tiene valor jurídico, pero otros 60 municipios catalanes ya han anunciado que quieren repetirla". Oiga, pues no, eso no se puede hacer.

Como me gusta dar palos a todo lo que se mueve, pues resulta que hay un periódico "de izquierdas" que también cae en este error. Es Público. Y su redactora María Jesús Güemes, a la que francamente le recomendaría comprar urgentemente un manual de redacción periodística. No puedes titular, como este sábado "A Rajoy le 'huelen a podrido' sólo los tránsfugas ajenos" (sólo en la edición impresa, al parecer) o, el día 3, "Rajoy sufre amnesia con sus militantes condenados" (éste sí lo tengo en digital). Supongo que le deben de pagar muy bien a esta señora si se salta así, a la torera, todos los tratados.

¿Y la opinión? Pues tampoco les puedo dejar limpios. Poco importa que Mediapro y Sogecable hayan alcanzado un acuerdo para que estos últimos puedan dar la liga de fútbol en formato "pay per view", la guerra entre sus periódicos, Público y El País, no cesa. Si el pasado miércoles un artículo de Público acusaba a El País, entre otros, de ser hipócrita con la prostitución al lucrarse con los anuncios, este domingo su subdirector, Jesús Maraña, lanzaba un ataque contra el suplemento Negocios de El País de la semana pasada, dedicado a criticar a bombo y platillo (acceso al reportaje principal) y con profusión de detalles la política económica del Gobierno de Zapatero, con el titular "Un país a la deriva" que incluía caricatura de Zapatero como comandante de una España sin rumbo. Porque es evidente que ésta frase de su artículo titulado "Quizás sea hora de levantar la cabeza" es una alusión directa a ese suplemento: "¿No sería más fácil levantar la cabeza y desvelar la absoluta hipocresía de la derecha y de esos presuntos voceros de izquierda que sólo ven un Gobierno “a la deriva”?" ¿Es o no es una alusión directa? Lo es. Anda que no se nota que los unos, los nuevos, le quieren robar espacio ideológico (y lectores) a los otros, los anteriores favoritos del PSOE, mira por donde.

Qué triste, tirándose los trastos unos periódicos a otros. El País y El Mundo se los han estado tirando de forma sutil por la foto de este último donde juntaba dos para componer a los cinco ocupantes del escenario en el mitin de Rodiezmo. Son muchos blogs, por supuesto los dedicados a la fotografía, los que más, los que han concedido hueco a la cuestión. Un antiguo colaborador de El Mundo también lo ha hecho desde su actual tribuna (ver postdata). Es curioso que últimamente el único que pone de acuerdo a esos enemigos en apariencia irreconciliables (El País y El Mundo) sea el presidente del Gobierno. Para ponerlo como chupa de dómine. Algo es algo.

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