Orain-Egin, sólo delitos económicos

Más sobre el diario Egin (sentencia, veremos cuánto tiempo permanece activada). La querella por prevaricación admitida a trámite por el Supremo contra Baltasar Garzón, presentada por Manos Limpias, ha "ocultado oportunamente" esta otra noticia, que apenas ha estado en primera plana desde ayer por la noche hasta poco antes del mediodía. En el texto de El País se cita un "gráfico adjunto con las penas impuestas por la Audiencia Nacional y la rebaja del Supremo" que no está disponible en la versión 'online'. Al margen de que pueda ser un aviso para que nadie más tenga ganas de investigar nuestro pasado reciente, si se ha admitido será porque el Alto Tribunal no descarta que el juez Garzón intentara o intentase investigar los crímenes de la guerra y la dictadura a sabiendas de que no podía.

La sentencia confirma que "KAS, EKIN y XAKI son organizaciones terroristas. La participación en cualquiera de sus actividades con conocimiento de que con esa participación se contribuye a las actividades del grupo terrorista, constituye una modalidad de terrorismo". En el caso de Orain-Egin sólo se consideran probados delitos económicos. Se ha anulado la declaración de ilicitud que la Audiencia dictó contra Orain, la editora del diario Egin. Orain fue vaciada patrimonialmente, lo que sirvió para eludir el pago de impuestos y de la Seguridad Social, que es el delito del que se les puede acusar, pero no de colaboración o integración en banda armada.

Se expresa que "No basta la coincidencia ideológica" para fundamentar la condena y que "Es necesario el acuerdo con la organización terrorista" y la "Necesidad de acreditar que en cada miembro de la Fundación (Joxemi Zumalabe) concurría el ánimo de coadyuvar con la difusión del proyecto de desobediencia civil de ETA". La sentencia del Supremo supone pues una redefinición del concepto de banda terrorista en la jurisprudencia española para adaptarlo a la decisión marco de la Unión Europea de 2005 y a su última modificación de noviembre de 2008.

Para la mayoría, la reducción de la condena, casi en su totalidad por cuestiones de técnica jurídica, supone la tercera parte de la pena que le fue impuesta por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, si bien, nueve de los procesados que fueron condenados a penas entre nueve y 11 años de prisión, casi todos como miembros de la Fundación Joxemi Zumalabe, han sido absueltos.

Los delitos contra su empresa editora Orain son de "ocultación de bienes inmuebles (...) con la finalidad de evitar el embargo por parte de la Seguridad Social motivado por el impago de una deuda contraída con la misma superior a 500.000.000 pesetas". En julio de 1995 se lleva a cabo una reestructuración del grupo de empresas de Orain, el cual "realizó una serie de actuaciones tendentes de forma exclusiva a aparentar la incapacidad económica de Orain S.A., involuntaria a todas luces, para hacer frente al cumplimiento de sus obligaciones tributarias".

Más adelante se detallan más capítulos y conceptos de la deuda contraída por el grupo de empresas Orain con la Tesorería General de la Seguridad Social. Por ejemplo la deuda consolidada de Orain en su centro de Hernani era de 688.977.010 pesetas. También había diferencias entre las bases de cotización reales y las presentadas en 1997 y 1998 hasta la intervención judicial, siendo que "se realizaban por bases de cotización inferiores a los salarios realmente percibidos, por lo que generaron diferencias en las liquidaciones presentadas y las que debieron elaborarse infringiendo la normativa de Seguridad Social". Lo que supone que la Tesorería General dejase de ingresar 123.874.891 pesetas (744.503,8 euros) entre los años 1997 y 1999.

Después se detallan en el sumario las fases de descapitalización de Orain, con transmisión de bienes a otras sociedades, como es todo el aparataje del diario Egin, incluidas la rotativa, las fotocomponedoras, las procesadoras, los ordenadores y hasta la mancheta, a favor de Ardatza S.A., así como diversos inmuebles, ejecutando lo que sería un plan de ocultación del patrimonio inmobiliario. Luego se detallan una serie de operaciones inmobiliarias ficticias. Tanto Orain como Ardatza llevaban varias contabilidades paralelas para ocultar los datos contables reales a los organismos oficiales.

Después pasa a relatarse cómo "se produjo la ocupación y el control absoluto de Orain S.A. por parte de ETA a través de la "Koordinadora Abertzale Sozialista" (KAS)", que pasa a ocuparse de la financiación del grupo, que empieza a mezclarse con otros entramados del llamado "Movimiento de Liberación Nacional Vasco", expresión que por desgracia Aznar llegó a usar en plena tregua de su gobierno con ETA. El sumario pasa después a explicar la relación de dependencia política de las sociedades de Orian y del diario Egin respecto de ETA, que "llegó a ser absoluto", llegando a un punto en que algunos miembros del aparato político de la banda terrorista sabían más cosas del grupo que los propios miembros del Consejo de Administración.

El siguiente apartado detalla profusamente el origen y evolución del diario Egin, que en su nacimiento no perseguía, por lo visto, los mismos fines que al momento de su intervención judicial. Estos fragmentos resultan esclarecedores:
"Pocos años después de su nacimiento, a principios de la década de los ochenta, el diario Egin que se caracterizaba en sus inicios por ser plural, tanto desde un punto de vista ideológico, como en su propiedad y en su gestión profesional e informativa, (...) paulatinamente se fue convirtiendo en un diario exclusivo de Herri Batasuna".

"Egin se fue convirtiendo en un medio de expresión exclusivo del partido mencionado y en defensor mediático de los planteamientos de ETA".

"La variación estructural de la editora del periódico, Orain S.A., repercutió en la caracterización de los profesionales que trabajaban en Egin, modificándose consecuentemente la línea informativa y de opinión del mismo".

La empresa empieza a tener apuros económicos a partir de noviembre de 1988, pese a lo cual crean más delegaciones locales y deciden abordar la adquisición de una nueva rotativa. Como la situación financiera del diario no había mejorado para 1992, empezaron a barajar la posibilidad de dejar de pagar a acreedores importantes. El balance de 1992 indica que Orain S.A. se encontraba, desde una perpectiva teórica, en suspensión de pagos, con los acreedores a corto plazo suponiendo una deuda cercana al 70% y un activo circulante muy inferior al pasivo, implicando serios problemas de tesorería.

A partir de aquí se explica que, dado que todos los miembros del Consejo de Administración de Orain, la editora del periódico, eran destacados integrantes de KAS, la organización terrorista ETA "llegó a apoderarse del periódico y de su grupo editorial", para así satisfacer su necesidad de "formar una opinión pública que fuera favorable a una negociación con el Gobierno de España, precisando para ello de un medio de comunicación propio que cumpliera con tal función, que informara y opinara sobre la violencia terrorista, que transmitiera mensajes coactivos y amplificara el efecto producido por cada atentado, acompañándolo de un tratamiento favorecedor a los intereses de la banda terrorista". Así, Orain-Egin se mantuvo al servicio de los postulados de ETA, convirtiéndolo en "frente informativo", complementario con los frentes "armado, de masas e institucional", e incorporando personas del perfil adecuado al frente del periódico. Así hasta su intervención judicial, en junio de 1998.

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