Un país de mala prensa y malos políticos
Esa es España, sí señor. Siguen algunos con la defensa de las corridas de toros "en nombre de la libertad" aprovechando que Mariano Rajoy, Núñez Feijoo y Pepe Blanco, juntos pero no revueltos, fueron a una corrida en Pontevedra. Casi todos coinciden, presumo que en parte por culpa de la nota inicial de EFE, en que el ministro de Fomento fue pitado y abucheado, pero no habría sido por la decisión del Parlamento catalán de prohibir allí este tipo de eventos, sino para reclamarle que llegue el AVE. Otro posible motivo es no ponerse de pie cuando, como pasó con los otros dos, le dedicaron la muerte (así es) de uno de los toros. Más ecuánime ha estado la redactora de El Faro de Vigo, que dice que las peñas presentes en la plaza les pitaron a los tres en el momento de las dedicatorias, al grito de "Más toros y menos política". Por lo demás, como estamos en verano y no hay de dónde rascar, en casi todas las portadas está la foto de las Obama con los reyes. Alarde de originalidad. Que por cierto, ¿por qué hay medios que han seguido escribiendo "los Obama" cuando se trataba de dos personas del género femenino? Y lo digo estando, como malagueño y andaluz, avergonzado por el cateto comportamiento de muchas personas con quienes comparto estos gentilicios durante los días que la visita se ha desarrollado en mi provincia. Ah, que el ministro de Fomento diga que "la paciencia del Gobierno" con los controladores es "infinita" y que dos frases más tarde diga que se le está "acabando la paciencia" también es de nota. A ver, hombre, si algo se acaba es que no es infinito. Volviendo a los toros, otra idiosincrasia espantosa como la de los cotillas mirones que fisgaban a las Obama, erase que se era que el PP se ha mostrado abiertamente en contra de la prohibición legítima efectuada en Cataluña (repetimos, efectiva en 2012, temo que nos den la matraca hasta entonces), y el PSOE no se ha mostrado muy a favor tampoco. Más de un ministro ha dicho que no hubiera prohibido nada y ayer va Pepe Blanco a dejarse ver en una corrida. Pues así los dos partidos asegurarán votos de los pro-taurinos, pero quiero creer que los de anti-taurinos los perderán todos. Empezando por el mío. Ya, ya lo tenían perdido de antes por otros motivos, pero es por ir sumando... El siguiente post pondrá a caldo a una paisana de sonrisa batiente.
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