La diferencia entre informar y emitir un juicio de valor
Los maquinistas de AVE han acordado la convocatoria de huelgas diarias desde el 18 de abril hasta el 30 de junio. Con tal motivo, Renfe Operadora ha publicado una publicidad en prensa (ver imagen). Este anuncio contratado debería limitarse a informar de las fechas de la huelga y las medidas a tomar para que la incidencia para los viajeros sea la menor posible. En lugar de eso, Renfe Operadora incluye en el comunicado juicios de valor y datos destinados a atacar al sindicato convocante de los paros, que es CGT (Confederación General del Trabajo).
Esto se concreta en el adjetivo "minoritario" que se emplea en dos ocasiones para referirse a dicho sindicato. Aquí claramente Renfe no está informando, está dando un juicio de valor despectivo con respecto a la CGT. De igual modo, incluye un dato totalmente accesorio como es el de la representación sindical que ostentan: "Debido a la representación de CGT en el Comité General de Empresa (sólo un representante de 13), Renfe prevé que estos paros tengan escasa incidencia en el servicio (...)". Es éste un dato sin relación directa ni con la convocatoria de huelga ni con las incidencias para los viajeros.
El remate es la frase final, a pie del comunicado, que Renfe siempre incluye cada vez que hay una convocatoria de huelga: "Renfe Operadora lamenta las molestias que esta convocatoria pueda ocasionar a sus viajeros". ¿Las "molestias" que pueda "ocasionar"? Suena como si a Renfe le molestara que los trabajadores tuvieran derecho a la huelga.
Por supuesto, aquí nos faltaría la otra versión, la de CGT, que nos explicase los motivos de la convocatoria. Pues por suerte Esteban Guijarro, del sindicato federal ferroviario de la CGT, lo hace en un texto que ha escrito para Diagonal. Se nos ofrece otra versión de los porcentajes de representación sindical: "La Dirección de Renfe-Operadora consiguió un acuerdo de última hora, en la madrugada de la víspera de la jornada de paro, con la firma de una escasa mayoría sindical formada por el sindicato corporativista de maquinistas y la UGT, una mayoría que, fuera del colectivo de conducción, cuenta tan sólo con un 23% de representatividad". La convocatoria se desarrolla, indica, en un clima de presión por parte de la empresa, y, como resalta un apoyo, tras haberse producido algunos accidentes mortales de trabajadores dependientes de subcontratas de Adif (en 2005, tras decisión del gobierno, Renfe se segregó en la operadora y en la administradora de la infraestructura), que tendrían relación con la pésima calidad de sus condiciones de trabajo, de horario y de seguridad.
Esto se concreta en el adjetivo "minoritario" que se emplea en dos ocasiones para referirse a dicho sindicato. Aquí claramente Renfe no está informando, está dando un juicio de valor despectivo con respecto a la CGT. De igual modo, incluye un dato totalmente accesorio como es el de la representación sindical que ostentan: "Debido a la representación de CGT en el Comité General de Empresa (sólo un representante de 13), Renfe prevé que estos paros tengan escasa incidencia en el servicio (...)". Es éste un dato sin relación directa ni con la convocatoria de huelga ni con las incidencias para los viajeros.
El remate es la frase final, a pie del comunicado, que Renfe siempre incluye cada vez que hay una convocatoria de huelga: "Renfe Operadora lamenta las molestias que esta convocatoria pueda ocasionar a sus viajeros". ¿Las "molestias" que pueda "ocasionar"? Suena como si a Renfe le molestara que los trabajadores tuvieran derecho a la huelga.
Por supuesto, aquí nos faltaría la otra versión, la de CGT, que nos explicase los motivos de la convocatoria. Pues por suerte Esteban Guijarro, del sindicato federal ferroviario de la CGT, lo hace en un texto que ha escrito para Diagonal. Se nos ofrece otra versión de los porcentajes de representación sindical: "La Dirección de Renfe-Operadora consiguió un acuerdo de última hora, en la madrugada de la víspera de la jornada de paro, con la firma de una escasa mayoría sindical formada por el sindicato corporativista de maquinistas y la UGT, una mayoría que, fuera del colectivo de conducción, cuenta tan sólo con un 23% de representatividad". La convocatoria se desarrolla, indica, en un clima de presión por parte de la empresa, y, como resalta un apoyo, tras haberse producido algunos accidentes mortales de trabajadores dependientes de subcontratas de Adif (en 2005, tras decisión del gobierno, Renfe se segregó en la operadora y en la administradora de la infraestructura), que tendrían relación con la pésima calidad de sus condiciones de trabajo, de horario y de seguridad.
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