Cuando igual no has tenido un buen día
Mira que yo soy muy reacio a escribir claramente en los posts las palabras "SGAE", "Coalición" y "Promusicae" por si me cae una demanda -con la SS funcionando, igual sí-, pero es que este episodio es para comentarlo. Resulta que esta pasada noche un "hacker" o "cracker" ha saboteado la página web de la Promusicae y lo que llevara de contenido de pantalla se ha sustituido por el texto del #manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet, y la pestaña dice "Internet Libre". Al cabo del rato lo han arreglado, claro. Porque, ¡ojo! apunta Ricardo Galli que la tarea es tan simplona y no ha dejado firma, como suele ocurrir en estos casos, que no descarta que lo hayan urdido ellos mismos para hacerse las víctimas.
Entiendo que esta acción, sin duda individual DE SER CIERTA, puede restar credibilidad al movimiento organizado contra la Disposición Final Primera de la LSE, pero lo que no es de recibo en modo alguno es la comparación efectuada por Antonio Guisasola -uno de los que entregaron el texto de los músicos en Industria- para calificar el hecho, ya que según cita la prensa ha comparado la agresión con "defender la libertad en la calle matando policías". Bien, señor Guisasola, no me demande, pero opino, no califico, opino, que eso es una ida de olla, mezclar churras con merinas y una pasada de mil pares de pueblos, y que con esa frase se ha descalificado usted solo y ha quedado como un... exagerado, por no decir lo que de verdad estoy pensando ahora mismo. Dice luego este personaje que confía en que este hecho haya sido realizado por algún "descerebrado" y no por un movimiento organizado. Me da que muy bien tampoco anda él de ahí arriba si suelta perlas así por su boquita. Igual los "descerebrados" -en término usado por él- los tiene más cerca de lo que cree. Si la 'industria cultural' -que no la cultura, ojo- tiene 'defensores' así de finos y de educados, apaga y nos vamos. Un consejo: cuente hasta diez antes de hablar, la próxima vez.
Nota matinal: El País se burla en http://cort.as/AtT de los que fueron a la reunión en un texto sin firmar. ¿Necesito adivinar quién puede haberlo escrito?
Hoy en El Economista: la SGAE monta una red de 200 cobradores a comisión.
Entiendo que esta acción, sin duda individual DE SER CIERTA, puede restar credibilidad al movimiento organizado contra la Disposición Final Primera de la LSE, pero lo que no es de recibo en modo alguno es la comparación efectuada por Antonio Guisasola -uno de los que entregaron el texto de los músicos en Industria- para calificar el hecho, ya que según cita la prensa ha comparado la agresión con "defender la libertad en la calle matando policías". Bien, señor Guisasola, no me demande, pero opino, no califico, opino, que eso es una ida de olla, mezclar churras con merinas y una pasada de mil pares de pueblos, y que con esa frase se ha descalificado usted solo y ha quedado como un... exagerado, por no decir lo que de verdad estoy pensando ahora mismo. Dice luego este personaje que confía en que este hecho haya sido realizado por algún "descerebrado" y no por un movimiento organizado. Me da que muy bien tampoco anda él de ahí arriba si suelta perlas así por su boquita. Igual los "descerebrados" -en término usado por él- los tiene más cerca de lo que cree. Si la 'industria cultural' -que no la cultura, ojo- tiene 'defensores' así de finos y de educados, apaga y nos vamos. Un consejo: cuente hasta diez antes de hablar, la próxima vez.
Nota matinal: El País se burla en http://cort.as/AtT de los que fueron a la reunión en un texto sin firmar. ¿Necesito adivinar quién puede haberlo escrito?
Hoy en El Economista: la SGAE monta una red de 200 cobradores a comisión.
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